En pleno siglo XVII, cuando la Inquisición no era sólo una herramienta de persecución de judíos en España, sino que también representaba una forma fácil de otorgar justicia (o injusticia) cuando convenía, Sebastián Castro tuvo la desventura de cruzarse en el camino de Pelayo Valcárcel de Loyola y Torrejón y especialmente de su hijo Enrique, que aún hijo legítimo, no responderá ni en linaje, ni en educación a lo que de él se espera.
En esta historia de asesinos, mentiras y ultrajes, no faltarán tampoco la aventuras y amistad de la mano de personajes como Alonso, Juan, Antonio o Miguel, unos jóvenes de distinto estamento social, que por casualidades de la vida defenderán unos mismos valores con honestidad, inteligencia y picardía.
Libelo de sangre es una novela con un gran trasfondo sólidamente histórico y una historia muy bien documentada. El tono y el estilo de su escritura, muy barroco y rocambolesco, responde muy bien a la época, así como el vocabulario utilizado y la descripción tanto de la trama como de los personajes.
Sin embargo y precisamente por este motivo, se trata de un texto denso, donde la excesiva descripción de las distintas escenas que se van sucediendo, hace difícil seguir con facilidad el relato.
Por otro lado, si bien el título de la obra representa una parte especialmente relevante de la historia, no es tampoco un titular que invite a iniciar la lectura, cosa que tengo que reconocer fue lo que me sucedió. A su favor diré que una vez flanqueada esta primera barrera la narración supera las expectativas iniciales, pero sin llegar a rematar, por lo que llego al final con la sensación de que la historia se me queda corta, se ha dicho mucho de nada y ha quedado todo por decir.
Cristina Pérez
Libelo de sangre
Sandra Aza
Nº de páginas: 800
Editorial Planeta
ISBN: 9788408276609
Año de edición: 2023
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