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dijous, 29 d’abril del 2021

'Acid for the children' - Flea

 

Flea, el icónico, hiperactivo y alocado bajista de Red Hot Chili Peppers, demuestra en sus memorias que tal vez todo sea fachada, ya que en ellas, encontramos a un hombre reflexivo, apesadumbrado por su pasado, en muchos casos arrepentido y en las antípodas de cómo debería comportarse una auténtica Rockstar.

Es cierto que en este Acid for the children, tiene cabida la droga, el sexo y el rock and roll, y que solo encontramos los primeros años del músico, infancia, juventud y adolescencia, hasta el instante en que Tony Flow and Miraculosly Majestic Masters of Mayhem ofrecen su primer concierto, siendo estos la antesala de los archiconocidos Red Hot Chili Peppers así que aún le queda a nuestro pequeño hombre una segunda parte en la que dar cabida al Rockstar que lleva dentro (y que literalmente forjó él mismo)

Michael Peter Balzary nació en Melborune, Australia, un 16 de octubre de 1962, ergo, a día de hoy, cuenta con 59 años de edad. A los cuatro años emigró a Nueva York con su padre y su madre. El primero de ellos trabajaba como funcionario de aduanas para el gobierno australiano y debido a ello, lo trasladaron a la Gran Manzana. En 1972 se volvió a trasladar, esta vez solo con su madre, a Los Angeles, ciudad en la cual comenzaron sus locuras. Un mundo se le abrió ante sus ojos. Gran parte de culpa la tuvo el cambio repentino que tomó su vida. Pasó, literalmente, de vivir con en una casa grande y bonita llena de reglas, regulaciones y horarios, con su padre biológico, a vivir con un beatnik (el nuevo novio de su madre) en un sótano propiedad de los padres del novio.

Cuenta Flea que él era y sigue siendo, un enamorado del jazz, la lectura y la cultura más elitista en general. Es más, asegura que despreciaba por completo el rock. Hasta que el malogrado Hillel Slovak entró en su vida. En ese instante se dio cuenta de que no había que ser tan cerrado de mente. Seguramente las drogas tuvieron que ver mucho en esa abertura de mente. El conocer a Anthony Kiedis también tuvo parte de culpa. Flea era pequeño, huía de las peleas, retraído y muy vergonzoso con las chicas. Kiedis era todo lo contrario. Como el mismo autor dice, Anthony era un macho alfa. Estaba claro que iban a complementarse y entenderse a la perfección. El tiempo le ha dado la razón.

Su amistad de más de 40 años habla por sí sola. Amén de su colaboración musical que sigue fluyendo. Kiedis escribía la letra y la melodía, Flea la música. Un tándem invencible, apoyado por la guitarra de Slovak y la batería de Irons (aunque fueran Sherman y Martinez quienes grabaran el primer disco)

Acid for the children es el crecimiento vital de un niño perdido, con un pensamiento propio, buscando su lugar en el mundo y justo finaliza en el instante en que da con él. En el camino hizo cosas de las que se arrepiente, incluso pide perdón en algunos capítulos por ello, pero lo importante no es el camino sino la meta y sin duda Flea consigue llegar a ella. Pasa de Dizzy Gillespie en el 74 a Circle Jerks en el 82. De tocar la trompeta en un combo de jazz a convertirse en un maestro del bajo eléctrico creando unos ritmos infernales con él. Alguien que no tiene reparos en decir que “se enamoró profundamente de los libros Kurt Vonnegut Jr. Me criaron y me dieron una idea de lo que era ser una persona decente” merece todo nuestro respeto y admiración.

Esperamos impacientes la edición de la segunda parte de estas memorias para conocer de primera mano cómo se gestaron esos imperecederos discos y las locas historias de nuestros protagonistas, que esperamos esta vez sí, sean excéntricas.

SALVA G.


Título: Acid for the children

Autor: Flea

Traducción: Jorge Carlos Ramos Murguía

Editorial: Libros Cúpula

Edición: 1ª edición, marzo de 2021

Número de páginas: 455 pp.

I.S.B.N. 978-84-480-2822-0

dimecres, 28 d’abril del 2021

'Una mala noche la tiene cualquiera' – Eduardo Mendicutti


Manuel García Rebollo, de nombre artístico, o de guerra, según se dé la cosa, La Madelón, es un travesti gaditano y dicharachero que vive en Madrid cuando Tejero entra en el Congreso pegando tiros y voces. Como a la mayoría de españoles, a La Madelón la cosa le pilla por sorpresa y le provoca un ataque de pánico de los que marcan época. La de la transición, concretamente.

Como en aquella canción de Sabina, a La Madelón le ha costado hacerse un hueco en el mundo. Hacerse un hueco teniendo en cuenta su condición sexual, se entiende. Hablamos de 1981, y si las cosas aún están difíciles hoy en día, imagínense ustedes en esos años. Hace un espectáculo en una sala de fiestas capitalina y convive en un pisito con Pedro Romero Torres, alias la Begun, con la que comparte alegrías y penas. Pero en esa noche histórica, la Begun no está en casa, se hace tarde y no llega, y La Madelón se preocupa por ella mientras escucha las noticias en Radio Nacional, y claro, le da por ponerse a pensar.

Una mala noche la tiene cualquiera es un lúcido y ágil resumen de lo que teníamos, de lo que habíamos conseguido los españoles desde la muerte de Franco, y de lo cerca que estuvimos de perderlo todo en un momento desgraciado. La Madelón se ve arrinconando las plumas y los tacones, embutida de nuevo en un traje de oficinista; ve peligrar, en fin, su libertad. La de todos. Durante las horas de angustia hace un repaso de su vida, de su forma de pensar, de actuar. De los planes que no podrá cumplir si el del tricornio se sale con la suya. Hace balance de lo que es y de lo que no quiere ser. De cómo quiere vivir y de lo que significa el respeto, la amistad.

Lejos de presentarse como una víctima, La Madelón se muestra entrañable y tierna a pesar de su miedo y su nerviosismo, más que justificados. El lector asiste a sus elucubraciones, en forma de monólogo, atrapado por su desparpajo e ironía, por un gracejo que mezcla lo andaluz y su condición identitaria, y de ese modo pasamos la noche entera a su lado repasando su vida y milagros mientras nos preocupamos por qué le habrá ocurrido a la Begun, que representa al conjunto del país, aunque, eso sí, hoy contamos con la ventaja de saber cómo terminó el asunto.

Mendicutti elabora una obra que, además de divertida y original, en la que maneja el habla coloquial con una soltura que parece sencilla pero es sumamente complicada de lograr, representa una declaración de amor al derecho a vivir como uno quiera, al derecho a equivocarse y a acertar sin que nadie nos imponga qué debemos o no debemos hacer. Una declaración de amor, en fin, a la libertad. 

No deberíamos olvidar lo que tenemos en las fechas que corren, y la reedición de esta estupenda novela nos puede ayudar a lograr ese objetivo.


Alberto Pasamontes


 Una mala noche la tiene cualquiera 

Eduardo Mendicutti

Nº de páginas:192

Editorial: TUSQUETS EDITORES

ISBN: 9788490669112

Año de edición: 2021



dimecres, 21 d’abril del 2021

'Los detectives de la línea morada' - Deepa Anappara


A estas alturas de la película, no seremos nosotros los que descubramos ni el cine ni la literatura hecha en la India. Pero haremos un pequeño repaso.

Directoras como mis admiradas Mira Nair, su premiada obra Salaam Bombay! de 1988 no está muy lejos de este Los detectives de la línea morada, Deepa Mehta, imprescindible su trilogía Fuego (1996), Tierra (1998) y Agua (2005) amén de su película Winds of change basada en el libro Hijos de la medianoche, del, seguramente, más famoso escritor que la India dio al mundo: Salman Rushdie; o escritores como el propio Rushdie, el efectivo Aravind Adiga, apunto de ver como su Tigre blanco llega a la gran pantalla vía Netflix; la deslumbrante Arundhati Roy, ¿quién no recuerda a su Dios de las pequeñas cosas? (el pasado año vio la luz un volumen de sus ensayos políticos bajo el título de Mi corazón sedicioso) o Vikram Seth, pocas veces un debut literario se comparó con Guerra y paz como lo hizo Un buen partido, primera novela de Seth son claro ejemplos de que la India puede ofrecer mucho más allá de su Bollywood.

Deepa Anappara es otra muestra más de ello. Muy buena por cierto.

Jasoos Jai tiene nueve años. Vive en un basti con su Abbu, su Ammi y su Didi. Se declara fan absoluto de los reality shows de policías y se considera más listo que sus amigos Pari (aunque ella saque mejores notas que él) y Faiz (el único de los tres que tiene un trabajo de verdad, aun teniendo esa cota edad).

Cuando Bahadur, un compañero de clase de los tres amigos desaparece del basti, decidirán salir a buscarlo poniendo en práctica sus habilidades para resolver crímenes que Jai aprendió viendo esos programas televisivos.

Lo que comienza como un juego para los tres amigos, acaba tornándose un peligro constante tras la desaparición de Omvir, otro niño residente en el basti, de AanchalKabirKhadifa y finalmente Chadni, todos ellos menores que van desapareciendo poco a poco durante el transcurso de la novela.

Los detectives de la línea morada está escrita en primera persona. El pequeño Jai lleva la voz cantante durante toda la narración y es ahí donde Anappara consigue su caballo ganador.

Consigue con su prosa crear un personaje creíble, lleno de inocencia, sin complejos, cándido y directo, como solo el desconocimiento de la vida hace ser a un niño de nueve años.

La autora mantiene una tensión narrativa constante que va in crescendo a medida que la novela avanza que podría situar al escrito en la estantería de thrillers, pero dado su compromiso con la infancia del país, así como su defensa por los derechos humanos, coloca a la novela dentro de la denuncia social que tan buenos resultados les dio a las directoras y/o escritores/as que comentamos al inicio de esta reseña.

Y es que Los detectives de la línea morada cuenta la cruel historia real de la desaparición sistemática de menores en la India, raptados para su abuso, en muchos casos con el consentimiento tácito de sus propios progenitores, siendo esta la única forma de conseguir dinero para poder vivir en un país donde las castas lo son todo. Pero también describe la guerra entre religiones que asola al país. En un momento de la obra los vecinos creen que los raptores son musulmanes ya que ningún niño de esta religión desaparece...hasta que dos de ellos lo hacen.

Los detectives de la línea morada no es un libro radiante en su contenido, su dura historia debería ser más conocida, pero con toda probabilidad como la problemática que expone se convirtió en el pan nuestro de cada día en un país con tanta pobreza como es la India se torna normal y todos sabemos que cuando algo entra dentro de la normalidad el mundo deja de preocuparse por ello y mira hacia otro lado.

SALVA G.


 Título: Los detectives de la línea morada

Autor: Deepa Anappara

Traducción: Lorenzo Luengo

Editorial: Destino

Edición: 1ª edición, enero de 2021

Número de páginas: 461 pp.

I.S.B.N. 978-84-233-5864-9

dilluns, 19 d’abril del 2021

'Black Sabbath' - César Muela

Seré sincero: cuando cayó en mis manos esta biografía sobre la banda de Heavy Metal Black Sabbath, lo primero que pensé fue, maldita sea, ! más de cincuenta años de carrera en menos de trescientas páginas ¡

Pero tras su rápida lectura, al mismo ritmo que cualquier de sus temas más rápidos, desde Paranoid hasta TV Crimes, pasando por SupernautSymptom of the universeNeon knightsTime machine, Back street kids, Trashed o The mob rules, debo admitir que está todo tan bien resumido, que hasta si me apuran, podría asegurar que sobran páginas (esto viene al caso de esa discografía comentada final, algo que durante la longitud del libro ya se viene haciendo) así que sí, la nueva obra de César Muela (Puertollano, 1989) sobre los padrinos del Heavy Metal es una obra digna de la leyenda del grupo.

En Black Sabbath, la obra, encontramos a grandes rasgos y rápidas pero seguras pinceladas, la historia de estos cuatro desarraigados que iniciaron un grupo de música en su Birmingham natal sin ser conscientes de lo que estaban creando, del legado que dejarían y de la cantidad de discos vendidos y giras realizadas que llevarían a cabo.

Esos diecinueve discos de estudio están comentados en el libro, tanto sus canciones como las anécdotas de grabación, así como las razones que llevaron a tomar ciertas decisiones, en unos casos acertadas en otros absolutamente contraproducentes. También encontramos información sobre las diferentes encarnaciones del mismo, ya que no siempre estuvieron en él Tony Iommi (guitarra), Ozzy Osbourne (voz), Geezer Butler (bajo) y Bill Ward (batería), los cuatro que dieron forma a la banda en aquel lejano año 1968. Así tenemos información sobre la etapa de Ronnie James DioIan Gillan o Tony Martin, por nombrar alguno de los vocalistas que pasaron por la banda o músicos de la talla de Cozy PowellGlenn HughesNeil MurrayBobby Rondinelli o el que sorprende más que el propio Gillan, voz de Deep PurpleBev Bevan.

La influencia de la banda es tal, que cuando se rodó la película Spinal Tap uno de los sketchs que aparecen en ella, está directamente extraído de una de las historias de Black Sabbath.

Y eso por no hablar de su influencia musical en bandas que vinieron después como podrían ser los poderosos Metallica, con James Hetfield a la cabeza, o Steve Harris, alma tras Iron Maiden, banda fundamental en el devenir de la nueva ola del metal no solo británico, sino mundial.

Y si rizamos más el rizo, hasta podemos admitir que un movimiento musical como lo fue el Grunge, también estuvo influido y de qué manera con la música de estos cuatro amigos y eso que la capital de dicho movimiento fue Seattle, ciudad a casi 5000 kilómetros de Birmingham. Por no hablar de que hasta el mismísimo Johnny Rotten, líder de Sex Pistols, grupo estandarte del movimiento Punk, decía que Black Sabbath había sido toda una fuente de inspiración para la banda.

Nadie duda de qué han sido, son y serán Black Sabbath en el mundo no solo del Heavy Metal sino en la música en general, de su enorme legado, de la revolución que supuso su música y como es lógico su caída a los infiernos una vez estuvieron en el cielo.

Mucho se habló estos meses pasados tras la muerte de Eddie Van Halen de su potencial con la guitarra, de todo aquello que había creado, de cómo Van Halen, la banda, su banda, revolucionó la música a finales de los setenta (hasta fueron teloneros de Black Sabbath y cada noche los barrían del escenario), resultó clave para las siguientes generaciones, pero seamos sinceros, lo que Tony Iommi consiguió con los riffs que extraía de su guitarra, creó cátedra, dio sonido a un estilo, imagen y hasta consiguió con su banda, tras la entrada de Dio, que los fans pusieran de moda levantar la mano extendiendo el dedo índice y el meñique imitando unos cuernos.

Que nadie malinterprete mis palabras. Adoro a Van Halen. Ambas épocas. La alocada junto a Dave Lee Roth y la más reposada junto a Sammy Hagar. La gran diferencia entre ambas es que en la primera de ellas no hablaban del amor. Es más, siempre recurro a ellos cuando veo que mi día tiene toda la pinta de ser un día plomizo, gris y pesado. Pero lo de Black Sabbath es otra liga. La misma en la que pueden estar Deep Purple o Led Zeppelin. Después ya vendrían Iron MaidenJudas PriestMotörheadMetallica...sí, como reza aquella famosa frase, la misma que podemos encontrar impresa en alguna que otra camiseta: “Solo puedes confiar en ti mismo y en los seis primeros álbumes de Black Sabbath”

No quisiera acabar esta reseña sin añadir una pequeña anécdota personal. Y no es otra que mi primera camiseta de una banda fue de Black Sabbath. Convencí a mi madre de que no es que quisiera, es que necesitaba una camiseta con la portada de Sabbath bloody sabbath, quinto álbum del grupo editado en 1973. Tras mucho discutir, mi santa madre accedió a ello. Pero con una condición: de ninguna manera sería negra. Así que ahí estaba yo, a principios de los ochenta, con poco más de diez años, con una camiseta en color azul cielo y esa tremenda portada, más contento que unas pascuas.

Eso representa Black Sabbath para todo aquel que ama el Metal.

SALVA G.


Título: Black Sabbath

Autor: César Muela

Editorial: Ma Non Troppo

Edición: 1ª edición, 2021

Número de páginas: 268 pp.

I.S.B.N. 978-84-18703-02-7

dimecres, 14 d’abril del 2021

'Independencia (Terra Alta 2)' - Javier Cercas

                                       

¿Cómo enfrentarse a quienes tienen el poder en las sombras?

Aprovechando el tirón de Terra Alta, su premio Planeta del 2019, Javier Cercas, nos presenta su nueva novela, Independencia, donde el mosso de escuadra Melchor Marín regresa a Barcelona para hacerse cargo de la investigación del chantaje del que está siendo objeto la alcaldesa de Barcelona.

El título, que, seguro que no deja a nadie indiferente ni en Cataluña, ni en el resto del estado, tiene poco o nada que ver con el “Procés”, aunque la trama se desarrolle mayoritariamente en Barcelona, y sí con la independencia personal que busca su protagonista, con heridas sin cerrar de su pasado, como el asesinato de su madre, la muerte de su esposa o su paso por la prisión en su juventud.

Melchor no es un mosso corriente, además de ser considerado un héroe por su participación en los ataques terroristas de Cambrils de 2017, es culto, acérrimo lector de Los Miserables, jurado de un concurso literario y se permite reflexiones como la que hace en su discurso final en la sala de actos del Instituto Terra Alta donde afirma, ante un público entregado que “las novelas no sirven para nada, excepto para salvar vidas”

El chantaje a la alcaldesa es solo la llama para encender un fuego que deja al descubierto que por mucho que cambien los tiempos la oligarquía financiera (no solo la catalana) siempre está presente y manejando los resortes del poder a la luz o en las sombras y rara vez deja que alguien de fuera de su círculo entre a formar parte de él.

La trama va avanzando sin sobresaltos, con (para mi gusto) excesivas referencias a Terra alta (nos la cuenta casi entera), al pasado de Melchor Marín y, esto me ha gustado aún menos, un pelín de autobombo de él mismo y de su novela, vamos, que a Paco Umbral le ha salido un competidor avanzado.

Todo más o menos plano hasta que llega el epilogo, y ahí si que la novela cobra vida, se acelera y se van aclarando todos los interrogantes, uno a uno hasta cerrar el círculo alrededor de Melchor, lo que le permitirá y ahí también tengo dudas, comenzar una nueva vida alejado de la policía.

Otro interrogante que me plantea la novela es si la veremos convertida en película o serie de aquí a unos meses, tiene mimbres cinematográficos y Javier Cercas ya ha hecho sus pinitos en el cine con su genial Soldados de Salamina.  ¡Veremos!


Marcial García Llorente


Independencia

Javier Cercas

Editorial Tusquets 3

400 paginas

Año 2021

ISBN: 9788490669297


 

dilluns, 12 d’abril del 2021

'Los cien años de Lenni y Margot' - Marianne Cronin


Hospital Princess Royal de Glasgow. Mediados del año 2000.
Lenni Pettersson cuenta con 17 años. Es la chica del pijama rosa. Deambula por el hospital esperando que llegue su hora. Cáncer.

Uno de esos días encuentra a una anciana con medio cuerpo dentro del cubo de las basuras del celador. Margot Macrae es su nombre. 83 años su edad. El color púrpura su atuendo habitual. Lenni entretiene al celador y a la enfermera para que Margot pueda encontrar aquello que con tanto ahínco está buscando dentro de la papelera. Cuando ambas consiguen su propósito, Margot se despide de Lenni guiñándole un ojo.

Sin duda es el inicio de una extraordinaria aventura.

Días después ambas se encuentran en la sala Rose, un espacio habilitado en un ala del hospital donde bajo la supervisión de Pippa los enfermos pueden realizar todo tipo de manualidades, siendo la preferente pintar. Es cierto que Lenni debería estar en el aula de los jóvenes. Pero no puede. Prefiere estar con los ancianos. Allí nace una amistad que las unirá más allá de la muerte y que Marianne Cronin (1990) tiene a bien contar en su primer libro de título Los cien años de Lenni y Margot.

Cronin consigue emocionarnos y divertirnos a partes iguales. Es cierto que la emoción viene de la mano de Margot y la diversión por parte de Lenni, no hay duda de que la vida de Margot es emocionante y las conversaciones de Lenni con el padre Arthur divertidas, pero el contexto del libro es de esos que llegan a lo más hondo de nuestro ser. Con toda probabilidad esa hostilidad que muestra Lenni en sus charlas con el padre Arthur no hacen más que enmascarar la verdadera razón de su odio hacia el mundo, un mundo que no le permitirá tener un futuro como sí lo tienen el resto de jóvenes que acuden a la sala Rose, por eso ella prefiere estar con los ancianos, ambos tienen la vida limitada y eso une mucho más.

Es en la sala Rose donde Lenni y Margot llegan al acuerdo de hacer un dibujo que cuente su historia de cada uno de los años vividos. En total 100. Así lo confirman sus edades: 83 + 17 = 100.

Y es a partir de aquí cuando conocemos la vida de ambas, contada en primera persona por cada una de ellas. Sin duda, por tiempo vivido y acumulación de historias es Margot quien se lleva la palma y quien cuenta más anécdotas de su vida. Una vida de la cual Lenni se apodera, para poder así vivir unas vidas que vivirá nunca.

Aquí conocemos que Margot estuvo casada. Dos veces. Que Lenni es sueca. O que sus progenitores no la visitan en el hospital. Por poner unos ejemplos rápidos, de los cuales no desvelaremos nada más.

Es indudable que en muchos instantes de la novela no venga a nosotros Thelma y Louise. Sobre todo en aquellos en los que Lenni y Margot quebrantan la ley interna del hospital. Es más, esperamos que ambas salgan corriendo del mismo para vivir una auténtica aventura. Pero seamos consecuentes, que una moribunda y una anciana de 83 años tuvieran una extraordinaria aventura allende las puertas del hospital no sería nada creíble. Algo en lo que la novela desborda desde la página uno: credibilidad.

Los cien años de Lenni y Margot está lleno de muerte, pero es un canto a la vida, tanto la pasada, contada por ellas mismas, como la que están viviendo ambas protagonistas, pero también encontramos en él una montaña de preguntas de las cuales buscamos respuestas y que en muchas ocasiones tales respuestas no existen, lo que hace que nos enfademos, ahí nace el odio que Lenni acumula en su interior. Y la mejor forma de que ese odio no se traduzca en violencia es sin duda el humor. Aunque en muchas ocasiones este se torne ácido.

Los cien años de Lenni y Margot a la postre resulta una emotiva historia contada su autora de forma magistral que nos deparará infinidad de sorpresas que mantendrán nuestras emociones a flor de piel, humedecerán nuestros ojos pero también llevarán una sonrisa a nuestros labios. Una tragicomedia. Sin duda como la vida misma. Eso es Los cien años de Lenni y Margot un retrato de lo que pasa en el interior de cualquier hospital de cualquier ciudad de este mundo.

SALVA G.


 Título: Los cien años de Lenni y Margot

Autor: Marianne Cronin

Traducción: Albert Fuentes

Editorial: Planeta

Edición: 1ª edición, febrero de 2021

Número de páginas: 429 pp.

I.S.B.N. 978-84-08-23831-7

dijous, 8 d’abril del 2021

'Delatora' – Joyce Carol Oates

                                         


¿Hasta dónde debe llegar la fidelidad? ¿Estarías dispuesto a todo por proteger a un ser querido? ¿Aunque esa persona no merezca tu confianza, tu respeto? ¿Se debe admitir y justificar cualquier comportamiento?

La norteamericana Joyce Carol Oates es una autora valiente, sincera. Sin pelos en la lengua. Con su estilo particular e inconfundible (es de esos autores que reconoces al instante una vez que ya lo has leído antes) nunca duda en meterse en todos los barrizales que encuentra a su paso. En sus obras analiza en profundidad los sentimientos y la psique de los personajes, que quedan diseccionados bajo su pluma, desnudos, con la mente abierta, para que el lector hurgue en ella y, con sorpresa, reconozca algunos de esos comportamientos como propios.

A partir de un acto deleznable cometido por miembros de su familia, Violet Rue, la protagonista de Delatora, conoce muchos de los males que aquejan a la sociedad estadounidense: racismo, machismo, pederastia, medios de comunicación, situación penitenciaria, incluso el, en teoría, loable sentimiento de pertenencia a una comunidad, son solo algunos de los temas que usa la autora para componer una severa crítica de los Estados Unidos. Esos problemas, por supuesto, son extensibles al resto del mundo. Al menos, del “mundo civilizado” en el que vivimos confiadamente.

Oates incide, a través de los ojos aún inexpertos de los protagonistas, en temas delicados que en ocasiones dejamos pasar, hechos a los que quitamos importancia, de los que nos reímos nerviosos y dejamos apartados en un rincón de nuestra cabeza, pero que más tarde, al pasar el tiempo, reconocemos como imperdonables.

“No parecía existir equivalente masculino para montar un número, para exhibirse. Como tampoco -algo que descubrirías más adelante-, existe equivalente masculino para zorra, para furcia”.

Violet lucha contra todos y contra todo; también, o quizás sobre todo, contra ella misma, para seguir adelante, para lograr llevar una vida “normal”, a pesar de la carga que lleva sobre sus hombros y por la que todos la juzgan. Especialmente su familia, de la que se ve apartada siendo solo una niña. La trama de la novela se prolonga durante varios años, durante los cuales la protagonista crece y evoluciona condicionada por los vaivenes de los acontecimientos. A consecuencia de ello, Violet sufre, a veces sin ser plenamente consciente de ello, o de a dónde le va a conducir eso, una desesperada necesidad de afecto, de aceptación, que es percibida por hombres dominantes, no siempre violentos a nivel físico pero sí mental, acosadores en fin. Pero también ella es consciente de un cierto poder que tiene sobre ellos y llega a disfrutar ejerciendo ese poder cuando se da el caso. Las cosas casi nunca son blancas o negras, y la protagonista se da cuenta de ello al tiempo que lo hace el lector, que avanza por la historia con una especie de fascinada entrega.

Delatora, como todas las obras de Oates, es una novela compleja, pero no por ello difícil de seguir. La autora tiene siempre la habilidad de hacer sencillo lo difícil, de dirigir los acontecimientos hacia el punto deseado con naturalidad, sin ningún tipo de alarde o exageración, y sin influir sobre el lector a la hora de que este llegue a sus propias conclusiones. O eso parece, al menos.

En serio, lean a Joyce Carol Oates. Esta o cualquier otra de sus novelas. Reconocerán hallarse ante una autora irrepetible.

 Alberto Pasamontes


Delatora 

Joyce Carol Oates

Nº de páginas: 416

Editorial: ALFAGUARA

ISBN: 9788420439501

Año de edición: 2021

Traductor: JOSÉ LUIS LÓPEZ MUÑOZ

Fecha de lanzamiento: 2021

dimarts, 6 d’abril del 2021

'La farmacèutica / La farmacéutica' - Carles Porta

El periodista, escritor, guionista y productor audiovisual Carles Porta (Vila-sana, Lleida, 1963) autor entre otros de Tor, la montaña maldita (2005) y Fago, si te dicen que tu hermano es un asesino (2012, premio Huertas Clavería de Periodismo) entrega su nueva obra La farmacéutica, una revisión del secuestro de Maria Àngels Feliu Bassols, farmacéutica de Olot la noche del 20 de noviembre de 1992, dándole protagonismo absoluto a la víctima tras pasar tres años recabando información entre el sumario, las cintas del juicio y las entrevistas a los implicados.

Porta demuestra con maestría quirúrgica cómo a partir de un suceso real y basando toda su redacción en los hechos ocurridos se puede construir auténtica literatura.

Maria Àngels pasó 492 días secuestrada, el secuestro más largo en la historia de España sin motivos terroristas, mal viviendo en un agujero del tamaño de un armario interactuando con sus secuestradores, únicamente dos aunque ella pensaba que eran muchos más debido a los cambios de voz con distorsionadores vocales que usaba uno de ellos, pero sin mirarles en ningún momento a la cara. Allí comía bocadillos, fruta, yogures y bebía agua, mucha agua para no deshidratarse, haciendo sus necesidades en cubo, rezando cada noche de las 492 que pasó encerrada y pensando en sus hijos en particular y en su familia en general y autoinculpándose de todos los problemas que su familia tenía por su culpa.

La farmacéutica, la obra, demuestra cómo de fuerte fue Maria Àngels, la determinación que tuvo por vivir, aunque en dos ocasiones pensó en el suicidio, es más, en una de ellas intentó ahogarse con un cordón de su chaqueta, y la fortaleza psíquica de la que hizo gala en esos 492 días privada de libertad.

Porta reconstruye el caso al completo en un único hilo narrativo, entrecruzando todas las historias que rodearon al caso, el cual tardó cinco años en dar con los responsables del secuestro y cuatro años más en ser juzgados.

Dos policías locales de Olot, Josep Zambrano, enganchado a las drogas y con fuertes deudas debido a su adicción y Antonio Guirado, más Ramon Ullastre, un guardabosques de la zona, idearon el secuestro, llevado a cabo por los dos primeros con la ayuda de José Luís Pazel Pato amigo de ambos de Camprodon. La secuestrada acabó con sus huesos en el sótano de la casa de Ramon Ullastre en Sant Pere de Torelló. Aquí entra el último de los cómplices: Sebastià Comasel Yonqui, llamado así por su afición a los porros, llegó a ofrecerle alguno de ellos a la secuestrada, que esta rechazó, y a sustancias más fuertes, quien haciéndose pasar primero por vasco, y después por andaluz acabó siendo el protagonista absoluto de la liberación de Maria Àngels.

La farmacéutica deja claro que la investigación estuvo plagada de errores policiales y judiciales, amén de que los secuestradores no eran profesionales y lo que debía haber durado tan solo 24 horas, ellos pensaron que secuestrando a Maria Àngels un viernes, el sábado ya estaría libre y ellos con su dinero, duró 492 días y sin duda se les fue de las mano por su mal hacer.

También nos damos de bruces con el llamado Síndrome de Estocolmo, el que hubo entre Maria Àngels y Sebastià Comas, conocido como Iñaki. Y sinceramente leyendo lo ocurrido tampoco es de extrañar que ese sentimiento naciera en la secuestrada hacia su carcelero.

La farmacéutica es una sorprendente novela que causa más sorpresa cuando nos damos cuenta de que su historia es verdadera, plagada de casualidades y contratiempos que la dotan de una tensión clásica de thriller noruego y que conjuga lo mejor del periodismo con lo mejor de la ficción, que se torna cruda realidad en cada instante de la misma.

SALVA G.


Título: La farmacèutica / La farmacéutica

Autor: Carles Porta

Traducción: Noemí Sobregués

Editorial: La Campana / Reservoir Books

Edición: 1ª edición, marzo de 2021

Número de páginas: 320 / 316 pp.

I.S.B.N. 978-84-18226-09-0 / 978-84-18052-11-8

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