Los ochenta. Época dorada. A todos los niveles.
Y el musical no podría librarse.
La MTV copaba el mercado audiovisual y Los Angeles era la zona cero. El Strip estaba de moda. Sunset Strip era un hervidero. Costó sangre, sudor y lágrimas. O lo que es lo mismo, hambre, pobreza e ilusión.
Pero tras pasar por ello (los miembros de todas las bandas), llegó la Santísima Trinidad: sexo, drogas y rock & roll.
Y Nöthin' but a good time, la nueva obra de Tom Beaujour y Richard Bienstock es la mejor muestra de ello. Por cierto, me encanta esa diéresis sobre la O, al más puro estilo Mötley Crüe, sin ningún tipo de duda la banda que mejor representó en la época la llamada explosión del hard rock de los ochenta (sí, Mötorhead también lleva esa diéresis, pero ellos simplemente hacían rock and roll y no hay ni un atisbo de duda que los autores la han utilizado para homenajear a las huestes de Sixx, Mars y compañía)
Al igual que el Grunge, el Punk o cualquier otro tipo de movimiento musical, el hard rock necesitaba su propia historia y Nöthin' but a good time está aquí para llenar ese hueco.
Desde las primeras bandas, Van Halen encendió la mecha: guitarrista virtuoso, cantante guaperas, batería estruendoso y bajista competente, hasta las últimas en llegar, una oleada de bandas que en los albores de los noventa vieron cómo sus contratos se rescinden tras la irrupción del Grunge tanto en televisión como en radios (muchas de aquellas bandas acabaron editando su segundo e inédito disco entrado el nuevo milenio) en Nöthin' but a good time aparecen una tras otra todas y cada una de las que hicieron del género algo rentable.
Sin duda lo mejor del libro resulta ser “sin censura”. Sí, no corren buenos tiempos para contar lo que se cuenta en el libro, pero ocurrió y aunque ya se intuía, ahora se sabe en boca de los protagonistas.
Obviamente como dice el dicho, en la variedad está el gusto, y es tal la variedad de músicos entrevistados, que consiguen una calidad insuperable con sus anécdotas, sus historias y sus vivencias.
Gracias al libro entendemos por qué George Lynch, guitarrista de la banda Dokken, lleva peleando con Don Dokken, cantante de Dokken toda su vida.
O qué pasó para que Skid Row perdiera a su carismático cantante Sebastian Bach.
También resulta curioso comprobar como todos aquellos músicos que acabaron copando las listas de éxitos vendiendo millones de discos y parecía que eran archienemigos, en realidad se llevaban la mar de bien, eran amigos, muchos de ellos desde su época escolar e incluso habían vivido bajo el mismo techo (paterno).
Lógicamente no todo el monte es orégano y muchas de esas bandas tardaron en triunfar ,y cuando lo hicieron, por culpa de sus egos y el dinero, todo se fue al garete.
Pero por suerte, años después, retomaron sus carreras con más ganas, más público, y en muchos casos, más beneficios.
El Hard Rock no ha muerto. Cada año aparecen bandas con el espíritu del Strip, tanto en su imagen como en su sonido. La actitud ya es otra cosa. En el siglo XXI casi todo lo que se hizo en el siglo pasado está mal visto, y en muchos casos sería denunciable (hubo una banda que en la parte de atrás de su autobús de gira colocó una cámara para grabar escenas sexuales y visionarlas en la televisión de la parte delantera del bus) pero el espíritu de la época es lo que cuenta.
Mucho se habló de la calidad de los músicos, casi todos ellos autodidactas, pero a fuerza de reiteración, práctica y sueños, consiguieron obras maestras, atemporales y que marcaron la adolescencia de muchas personas, entre las que este humilde servidor se incluye.
Dokken, Cinderella, Mötley Crüe, Stryper, Guns n' Roses, Skid Row, Twisted Sister, White Lion, W.A.S.P, Junkyard, Trixter, Ratt, Warrant, Faster Pussycat, Jetboy,Quiet Riot, Britny Fox, Vixen, Danger Danger o Tuff son nombres que aparecen en el libro uno tras otro, nombres suficientes para que todos aquellos amantes del género se hagan con una copia lo antes posible.
Si amas la música y sólo tienes pensado comprarte un libro del género este año, no lo dudes, Nöthin' but a good time debería ser el elegido.
Qué razón tenía Mötley Crüe al titular su disco de grandes éxitos editado en 1991: Decade of decadence 81-91.
SALVA G.
Título: Nöthin' but a good time
Autor: Tom Beaujour y Richard Bienstock
Traducción: Ainoha Segura Alcalde
Editorial: Neo-Sounds
Edición: 1ª edición, abril de 2022
Número de páginas: 541
I.S.B.N. 978-84-15887-74-4