Decía Irvine Welsh en Trainspotting, y así nos lo recuerda el autor de Llamando a las puertas del cielo, que “en el futuro no habrá ni tíos ni tías sólo gilipollas (por cierto, un servidor también se pregunta qué tiene Trainspotting que no tenga El Pico).
El propio autor asegura sin morderse la lengua, por suerte no lo hace en ningún momento del libro, que “la gente es gilipollas hasta extremos inconcebibles”.
Y sinceramente, reafirmo tanto las palabras de Welsh, como las de Ricardo Romero Laullón (Valencia, 1978) alias Nega y añado sin rubor, tal y como cantan El Reno Renardo, la gente es imbécil.
Es más fácil para el gobernante tener a un pueblo sometido bajo el manto de la estupidez, que un pueblo que piensa por sí sólo y saca conclusiones de los hechos ya que podría revelarse en su contra. Posiblemente esta sea la causa de que la cultura en este país salga tan cara, un pueblo sin cultura es un pueblo mudo.
Por fortuna Nega rebosa cultura, tanta, que llena las letras de sus canciones con pinceladas de ella, tanto literarias, como cinematográficas y por supuesto musicales, y yendo más allá, políticas.
Sinceramente, tras devorar el libro, me pregunto si Llamando a las puertas del cielo es un libro sobre música escrito por un político, o un libro sobre política escrito por un músico.
Nega y su banda se declaran abiertamente marxistas y no dudan en recurrir a la obra de Karl Marx en muchos momentos del libro.
Pero no, Llamando a las puertas del cielo aunque rezuma política por todos sus poros, aquí llamados páginas, es en realidad la historia narrada en primera persona tanto de la banda de Nega, Los Chikos del Maíz, como del, obviamente, propio Nega.
Desde sus orígenes, como persona y como agrupación musical, el libro se abre con la historia de cuándo, dónde y cómo conoció Nega a Toni Mejías, alias Toni el Sucio, su compañero en la banda, hasta el final de la banda con la edición del EP Trap Mirror en 2016 (un apunte: el último show del combo como tal fue el 31 de diciembre de 2016 y aunque le han llovido cantidades ingentes de dinero para revivirla, sobre todo por parte de festivales de este país que quieren su regreso en exclusiva, y ellos muy dignos, se negaron, alegando que “¿con qué cara voy a mirar a mis seguidores si me pongo a hacer el capullo?” a día de hoy, y hasta que se demuestre lo contrario, Los Chikos del Maíz no existen ¿es posible que la reunión de La Polla Records, la banda de su amigo Evaristo, les haga replantearse su posición y en breve tengamos la vuelta de La Mazorka al ruedo? Sólo el tiempo lo dirá).
Llamando a las puertas del cielo es un libro ameno, su lectura resulta estimulante, nuestras neuronas trabajan en cada una de sus frases y posiblemente sugestionados por nuestro conocimiento del trabajo que hace Nega, sus composiciones, su lectura acaba siendo una extensa letra de canción y en nuestra mente suenan las frases como si de un tema se tratara. Su musicalidad es tan alta que bien podríamos grabar uno de sus capítulos a modo de canción con sonido Hip-Hop.
Tomemos como ejemplo un párrafo del mismo:
Quiérete a ti mismo,
Practica el yoísmo,
No necesitas a nadie,
Tú eres lo más importante de tu vida.
Sé fuerte.
Sé independiente.
Gestiona tus emociones.
Personalmente no conocía al autor, ni a su banda, mis gustos musicales se mueven por otras aguas, pero debo admitir que en cuanto leí el prólogo de la periodista y escritora Cristina Fallarás me entraron unas ganas terribles de escuchar a la banda, de conocer sus verdades, explicadas en cada una de las frases que llenan las letras de sus canciones y aunque no me hice fan de ellos, por suerte para Nega (leeros el libro y lo entenderéis) sí que comencé a oírlos vía youtube, algo que a Nega sí le pone (leeros el libro y lo entenderéis).
En definitiva, como si de un estribillo se tratara: leeros el libro y entenderéis muchas cosas, si estáis dormidos, Llamando a las puertas del cielo os despertará, física e intelectualmente, agitará vuestro mundo, reiréis, os enfadaréis, os sorprenderéis, y seguro que no os quedaréis indiferentes y si alguna vez viajáis a Londres con la esperanza de encontraros con Hugh Grant en una librería y no os ocurre, tranquilos, volvéis con la maleta llena de dignidad (¿no se entiende esta última frase? Leeros el puto libro y lo entenderéis) y pensad por vosotros mismos.
Si queréis ser parte del rebaño, al menos sed la oveja negra de la familia.
SALVA G.
Título: Llamando a las puertas del cielo
Autor: Ricardo Romero Laullón (Nega)
Editorial: Akal
Edición: 2ª edición, enero de 2019
Número de páginas: 161 pp.
I.S.B.N. 978-84-460-4716-2
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