Belén Rubiano (Sevilla, 1970) fue monaguillo antes que cura, o lo que es lo mismo, lectora compulsiva y librera antes que escritora profesional. Así que sabe de lo que habla. Y más cuando lo hace explicando sus propias vivencias personales.
Corría el año 1997 cuando Rubiano tuvo la osadía de abrir una librería. La ciudad elegida, la suya, Sevilla, la dirección exacta, plaza Padre Jerónimo de Córdoba, 11. Aunque como muy bien dice la propia autora en la primera página de su libro: no preguntéis a un sevillano por esa dirección, pues a menos que viva al lado os dirá que, aunque le suena mucho, no la ubica.
La plaza se conoce con el nombre de Rialto. Allí hubo un antiguo cine con ese nombre.
Cinco años después de aquel atrevimiento, la librería Rialto, al igual que el cine de mismo nombre con el que se conoce a la plaza, acabó cerrando.
Rialto, 11 es una novela de no ficción, aunque muchas de sus anécdotas puedan parecer ficticias. Sus 238 páginas resultan escasas, seguro que en esos cinco años en los que Rialto estuvo abierta ocurrieron muchas más historias que Belén no cuenta, pero que bien podría hacer en un segundo volumen.
Aunque la historia resulta triste, cerrar un negocio por mucho sueño personal que resulte ser, no deja de ser un descalabro económico, y todos sabemos que algo así puede acabar con tus huesos en la calle, literalmente, resulta ser, gracias a la prosa desenfadada de Rubiano, una historia divertida, agradable, desenfadada, y para nada llena de rencor.
Tal vez visto desde un ángulo llano, podría llegar a parecer una escrito elitista, con ligeros toques snobs (su animadversión a Los pilares de la tierra lo parece) pero gracias a que esas vivencias resultan a la larga y a la corta, deliciosas, y que casi todos sus momentos son delirantes, la novela acaba llegándonos a lo más profundo de nuestro corazón.
Alguien que ama los libros no puede hablar mal de ellos, ocurra lo que ocurra y sople el viento por donde sople.
Así Belén no tiene ni una mala palabra para sus clientes, por muy raros o excéntricos que resulten, tanto ellos, como sus demandas (la mejor sin duda la pérdida de virginidad), ni para las editoriales, sean estas lo poderosas que sea (sin duda la anécdota sobre el señor Lara, creador de Planeta se lleva la palma del libro)
Sin duda todas esas pequeñas anécdotas que conforman la historia resultan extrapolables a por ejemplo, una tienda de discos. Y tal vez sea esa la mayor razón por la que disfruté tanto con Rialto, 11: veía que todas y cada una de las anécdotas de Rubiano habían ocurrido en las tiendas de discos de mis amigos aquí en Barcelona, incluyendo todas aquellas que tuvieron que cerrar tras el desembarco de las grandes cadenas, primero Virgin, luego FNAC.
Y ni esos fieles clientes que defendíamos a capa y espada nuestras pequeñas tiendas de discos de barrio ante cualquiera que intentara convencernos para cambiarlas, consiguieron que acabaran cerrando (un pequeño recuerdo para Hi-Hat y su alma máter Miguel, allí pasé mis mejores tardes hablando de música con auténticos expertos y allí nacieron varias amistades que aún conservo a día de hoy, todo ello a finales de los ochenta principio de los noventa)
Sin duda a todos aquellos que aman la lectura, por el mero placer de leer, como un servidor, Rialto, 11 les emocionará, pero también les cabreará, cuando algo se hace con y por amor, debería durar eternamente, pero todos sabemos que a cualquier cosa le llega su fin. Rubiano cuenta el auge y la caída de no solo una librería de barrio, si no de un sueño, de una aventura, y lo hace con tanto amor, que acaba enamorándonos a nosotros también. Nuevamente debo hablar en un término musical, es como aquel que te habla de un grupo con tanta pasión que al final acaba contagiándote ese amor por la banda. Ramón Gener sería un buen ejemplo de esto. Tras dejar el canto pasó a divulgador musical, y lo hace con tanta pasión que nos enamora.
Justo hace unas horas que acabé el visionado de La sociedad literaria del pastel de piel de patata de Guernsey, la película basada en la novela de mismo nombre, y durante todo su metraje me pregunté cómo sería Rialto, 11 en celuloide. I admirada Isabel Coixet bien podría hacerse cargo de su dirección, podría resultar como una continuación a La Librería.
Rialto, 11 es todo un canto de amor, aunque resulte ser finalmente un canto de cisne, tanto a los libros como a la forma en que estos llegan a nuestras manos.
SALVA G.
Título: Rialto, 11
Autor: Belén Rubiano
Editorial: Libros del Asteroide
Edición: 1ª edición, abril de 2019
Número de páginas: 238 pp.
I.S.B.N. 978-84-17007-75-1
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