A principios de 1974, un joven desapareció sin dejar rastro en Reikiavik. Unos meses después, un segundo hombre salió de casa y jamás volvió a ser visto. En un país como Islandia, donde el crimen era casi inexistente, la policía emprendió la mayor investigación que se había hecho en la isla hasta entonces y no tardó en demostrar que no estaba preparada para gestionar el caso. Ni siquiera cuando aparecieron los primeros sospechosos. Y todavía menos cuando varios de ellos se confesaron culpables de asesinato.
¿Qué o quién hizo confesar a los detenidos el crimen? ¿Por qué todos y cada uno de ellos se culpabilizó del mismo? ¿Cuál fue la razón que llevó a cuatro inocentes a ser detenidos?
Anthony Adeane (Londres, 1991) es un periodista de investigación británico que trabaja como productor para la BBC. Durante tres años trabajó, junto al director Dylan Howitt, en la realización de un documental sobre los crímenes más famosos cometidos en Islandia. Finalmente, ese trabajo se pudo ver en Netflix, bajo el título de Out of thin air. A true story of impossible murder in Iceland. Sombras de Reikiavik es fruto también de esa labor periodística. Uno de los true crimes más aplaudidos de los últimos tiempos.
Adeane narra los hechos poniendo estos en el contexto social en que sucedieron. Nos cuenta la historia de Islandia sin quererlo, o queriendo, tal vez al igual que la policía islandesa, nos está utilizando previamente para conseguir de nosotros aquello que le interesa con la lectura de lo ocurrido.
Y ciertamente, lo consigue.
Sobretodo teniendo en cuenta que en la primera parte del libro, antes del interludio, el autor expone lo ocurrido, los luctuosos hechos de una forma plana, pero al entrar esa segunda parte, la historia se torna contraria a lo expuesto en la anterior mitad. Si en el inicio tenemos claro el por qué y quién llevó a cabo el asesinato, en la segunda parte los nubarrones de las dudas se ciernen sobre nuestras cabezas, haciéndonos ver que ni es tan bueno el bueno, ni es tan malo el malo. Es más, parece que el bueno es en realidad el malo, y el malo en este caso es el bueno. Por mucho que los sospechosos estuvieran fichados por la policía por pequeños delitos.
Ciertamente, todo el caso es muy confuso. Desde los detenidos, hasta su final. Un final por cierto que nunca se llevó a cabo, ya que los cuerpos de los asesinados nunca se encontraron por mucho que la policía removiera, nunca mejor dicho, cielo y tierra para dar con ellos. Hasta un famoso medium se buscó para que encontrase esos cadáveres.
Sombras de Reikiavik destila negritud, pero más por sus formas que por su fin y nos convence de que todo el caso estuvo envuelto en una oscuridad a la que nadie quería dar luz. También ofrece un relato tenso y doloroso de lo que es ser señalado en tu país. Erla Bolladóttir, probablemente la protagonista del libro sin ella quererlo ni necesitarlo, sabe bien qué se siente al ser señalada, incluso cuarenta años después de los hechos.
Demasiadas lagunas, demasiadas contradicciones, demasiados intereses sociopolíticos, tal vez incluso demasiados sospechosos queriendo tener razón en sus declaraciones, todas ellas coaccionadas por una policía que no era todo lo profesional que debería haber sido.
Sin duda todos los países del mundo, ninguno sin excepción, tienen una historia, negra, que contar, un pasado oscuro y algo que esconder. Los dos asesinatos ocurridos en Islandia en 1974 y sobretodo su posterior investigación, son sin ningún tipo de duda, esa mierda que se mete bajo la alfombra cuando baremos la casa.
SALVA G.
Título: Sombras de Reikiavik
Autor: Anthony Adeane
Traducción: Pablo Álvarez Ellacuria
Editorial: RBA
Edición: 1ª edición, febrero 2019
Número de páginas: 312 pp.
I.S.B.N. 978-84-918-7205-4
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada