¿Es ético matar a una persona? ¿resulta moralmente aceptable matarla si con ello salvamos una o más vidas?
Estas dos preguntas nos asaltan tras la lectura de la nueva novela de la aclamada escritora sueca Camilla Läckberg (Fjällbacka, 1974).
Si la ética se refiere a los principios generales que definen qué comportamientos son beneficiosos para todas las personas, está claro que no resulta muy ético matar a nadie. Pero si la moral se encarga de determinar qué conductas son adecuadas y cuáles no en un contexto determinado, es obvio que matar a tres maridos que a su manera restan libertad a sus tres mujeres, es moralmente aceptable.
Ingrid Steen, Birgitta Nilsson y Victoria Brunberg, Volkova tres años antes, son tres mujeres muy diferentes entre sí, pero con una maldición sobre ellas: sus maridos las tienen sometidas, por una u otra razón a su propia voluntad.
Ingrid dejó de lado su carrera profesional para criar a su hija Lovisa, fruto de su matrimonio con Tommy, actualmente director del periódico Aftonpressen. Él se lo paga liándose con una jovencita de la redacción.
Birgitta vive con un maltratador. Lleva pegándole desde antes que nacieran sus gemelos hace 22 años. Con un incipiente cáncer no se atreve ni a ir al médico por temor a que se descubran las secuelas de las palizas que Jacob, su marido, le mete día sí día también.
Victoria Volkova, como su propio apellido indica, es de procedencia rusa. Allí la conocían como La Princesa de la Mafia. Su relación con Yuri, un mafioso ruso hacía que viviera en un cuento de hadas. Hasta que la muerte le sobrevino a este último. Un tiro en el pecho acabó con su vida y con el sueño de Victoria. Siguiendo los consejos de su propia madre, Victoria huyó a Suecia con un matrimonio concertado. Lo que en un principio parecía una continuación de su sueño junto a un hombre que la quería, devino en una auténtica pesadilla. Victoria pasó a ser literalmente la esclava sexual de Malte Brunberg quien también le donó su apellido.
Tres años después de la llegada de Victoria a Suecia, la vida de ella y de las otras dos mujeres se hace insoportable y deciden matar a sus maridos.
Con esta premisa Läckberg teje una telaraña que unirá la vida de estas tres mujeres que solo tienen un fin en la vida, bueno dos, el primero, acabar con sus maridos para poder ser libres, y el segundo, poder vivir por fin su propia vida.
Läckberg resulta directa, concisa, sin florituras que rellenen una escritura que a la postre resulta sencilla pero efectiva. Sin duda estamos antes la novela negra más negra de la autora, fría y calculadora. La venganza es un plato que se sirve frío, pero también la libertad es un derecho básico para el ser humano. Y Victoria, Ingrid y Birgitta es lo único que desean: libertad.
Con toda seguridad el movimiento #MeToo esté detrás de la escritura de Mujeres que no perdonan, el poder de las mujeres es infinito y éste comenzó con la valentía y el más absoluto de los derechos de romper el silencio en cuanto a situaciones de acoso y agresión sexual que cometían muchos hombres contra demasiadas mujeres. Casualmente hoy mismo apareció la noticia de que el famoso productor Harvey Weinstein ha sido acusado de más delitos sexuales y que una de sus demandantes era menor de edad en el momento en que se produjo dicho abuso. El propio Weinstein le amenazó con que nunca trabajaría en el cine si contaba algo. Sin duda había que acabar con esos comportamientos de abuso de poder y por supuesto de abuso sexual. Pero también es cierto que lo que Läckberg hace con sus protagonistas femeninas es justicia un derecho que todo el mundo debería tener.
Sí que encontramos empoderamiento femenino pero no creo que podamos hablar de venganza ya que lo que en realidad hacen esas tres mujeres es justicia.
No hay razón lógica de tratar a un ser humano como esos tres hombres tratan a sus mujeres, ni existe explicación razonable para comportarse como ellos lo hacen, más allá de ser seres inhumanos. Toda persona tiene un límite y para estas mujeres llegó un frío día de invierno.
Mujeres que no perdonan resulta como una sinfonía en la cual sus protagonistas consiguen un crescendo que desemboca e un apoteósico y explosivo final.
Como decían Metallica en el título de su tercer disco y el Juramento de Lealtad de los E.E.U.U en su línea final: “...y justicia para todos”...todas en este caso.
SALVA G.
Título: Mujeres que no perdonan / Dones que no perdonen
Autor: Camilla Läckberg
Traducción: Claudia Conde / Marc Delgado
Editorial: Planeta / Amsterdam
Edición: 1ª edición, mayo de 2020
Número de páginas: 224 pp./ 208
I.S.B.N. 978-84-08-22961-2 / 9788417918262
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