Scorpions. La C.I.A. Winds of change.
Una banda alemana de rock. Una agencia del Gobierno federal de Estados Unidos. Una canción.
Un periodista de investigación pasó más de un año de su vida entrevistando a 100 personas para llegar a la conclusión de que la famosa power ballad de los alemanes fue escrita por el Servicio de Inteligencia Americano para acabar con la Unión Soviética.
Ese periodista es Patrick Radeen Keefe (1976)
Ahora nos llega su nueva obra literaria: No digas nada, un libro que tanto para The New York Time, como para The Washington Post, The Times y Time Magazine resultó ser el Mejor Libro del pasado año.
Cuatro años tardó en redactar su autor la obra e hizo siete viajes a Irlanda para entrevistar a los protagonistas vivos de esta historia. Al igual que Patria, la famosa novela de Fernando Aranburu (San Sebastián, 1959) a punto de estrenarse como serie en HBO, No digas nada, intenta no tomar partido por ninguna de las partes en conflicto, Radden ahonda en los dos bandos de una manera honesta, libre, contando lo ocurrido más que juzgando los hechos y damos fe de que se sale con la suya. Su prosa, que resulta por momentos desoladora y fría, mantiene un pulso constante trazando líneas básicas que jamás cruza, ni hacia un bando ni hacia el otro y dota a la narración de una visión completa, periférica y nada objetiva.
Sin duda estamos ante una de las mejores crónicas jamás escritas sobre el conflicto norirlandés en su época más sangrienta, pero Radden también muestra uno de los muchos casos de muerte provocada según parece por el IRA provisional.
En diciembre de 1972, varios encapuchados secuestraron a Jean McConville, una viuda de 38 años con diez hijos a su cargo en Divis Flats, barrio católico de Belfast. Allí todos sus vecinos intuían que se trataba de una represalia del IRA, pero nadie se atrevía a decirlo por el terror y la paranoia imperantes en la época más caliente del conflicto. ¿Su delito? Haber ayudado a un soldado herido en una reyerta entre las fuerzas británicas y miembros de los provos.
Dolours Price y Brendan Hughes pertenecían al IRA. Ellos dos serían presuntos responsables no solo de la desaparición de Jean si no también de su muerte. El cuarto vértice del cuadrado sería Jerry Adams otrora militante del IRA para acabar siendo presidente del Sinn Fèin quien sería el cerebro de la operación que acabó con Jean. Adams no solo es el único de los cuatro protagonistas de esta historia que a día de hoy sigue vivo, si no que también fue el único que no quiso hacer declaraciones al respecto durante la redacción del libro.
No digas nada sigue la tradición del mejor periodismo narrativo y la no ficción literaria, aúna historia, política y biografía, se muestra objetiva con los hechos que narra, todos ellos sangrientos, terribles y reales y acaba con un final sorprendente, de aquellos que no te esperas, al más puro estilo de la mejor novela negra, un thriller en toda regla.
Es cierto que la cantidad de información suministrada por Radden puede llegar a resultar abrumadora, solo debemos saber que de las más de quinientas páginas que tiene el libro, cien de ellas están dedicadas a notas sobre lo escrito, pero también es cierto que ninguno de los personajes de los que habla Radden está de más en esta historia coral.
No creo que llegue a convertirse en el mejor libro del año, al menos por parte del público, no hablo de los críticos, el tema que trata es bastante peliagudo y no mucha gente quiere leer sobre desgracias, muertes, asesinatos y desapariciones, pero si no lo es, estará muy cerca de serlo, tanto el trabajo periodístico realizado por Radden como la historia misma que cuenta contiene calidad para eso y para mucho más.
SALVA G.
Título: No digas nada / No diguis res
Autor: Patrick Radden Keefe
Traducción: Ariel Font Prades / Ricard Gil Gines
Editorial: Reservoir Books / Edicions Periscopi
Edición: 1ª edición, septiembre de 2020
Número de páginas: 541 pp. / 576 pp.
I.S.B.N. 978-84-17910-55-6 / 978-84-1733-947-0
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