'Cualquier verano es un final' - Ray Loriga

Ray Loriga (Madrid, 1967) se encontró un día en urgencias. Se había caído por la calle. Se desmayó. En el hospital le hicieron todo tipo de pruebas y escáneres. El médico que lo atendió lo tenía claro. Era un tumor mortal y había que operar inmediatamente. En el hospital ya estaban preparando el preoperatorio y la habitación para su estancia. La operación era a vida o muerte. Loriga solo preguntó si le daba tiempo de fumar un último cigarrillo. Salió a la calle, se fumó dos y para dentro. No hay que darle muchas vueltas.

De aquella operación le quedaron secuelas. Algunas consiguió solucionarlas, a base de logopedas y fisioterapia, pero otras son más evidentes. La más clara el llamativo parche en el ojo. Si no lo llevara su visión sería triple. Pero también arrastra una parálisis facial del lado derecho, algún vértigo que no le impide salir de noche (con lo que él había sido) pero sí que le proporciona algún temor a hacerlo y la pérdida de señal en el oído derecho.

Yorick, el narrador de Cualquier verano es un final, la última novela que entrega Loriga tras pasar por los problemas de salud comentados anteriormente, tiene mucho del autor, ya lo dice en los primeros párrafos de la novela, casi todo lo que vengo a contarles es cierto. 

Entendemos que el resto es ficción. 

Aunque sin duda Luiz, el tal vez protagonista real de esta novela, al fin y al cabo todo lo que cuenta Yorick son historias centradas en Luiz, también tiene mucho de real. En este caso muchos de los amigos y/o conocidos de Ray se verán representados en él. Un escritor busca en su interior para dar vida a sus personajes, pero también en todo aquello que le rodea. Y aquí no hay excepción válida.

Estar al borde la muerte, o literalmente muerto, como estuvo Ray durante unos minutos en el quirófano, ha hecho que su nueva obra gire en torno a eso: la muerte. 

Pero también el amor.

Y la amistad.

¿Hay amistad sin amor? ¿Hay amor sin amistad?

¿Estaríamos dispuestos a morir por amor? ¿Y por un amigo?

Luiz es el mejor amigo de Yorick. Así lo cree este último. Pero, ¿es para Luiz Yorick su mejor amigo? ¿Pueden dos hombres se amigos cuando uno de ellos está con la mujer que ama el otro?

Alma es el tercer vértice del triángulo. Ilustradora de profesión, con sus dibujos embellece y sostiene el proyecto editorial de Yorick. Ilustrar obras clásicas.

¿Es Luiz el amigo invisible de Yorick? ¿Es invención suya? ¿Ve Yorick en Luiz todo aquello que siempre quiso ser? ¿Por eso ama tanto a Luiz? ¿Es egoísmo? ¿Tiranía emocional?

Cualquier verano es un final es inteligente, rebosa cultura, está magníficamente escrito y narra el momento vital en el que su autor se encuentra (¿no hacen eso todos los autores en sus escritos?) pero bien podría resultar para algún lector algo banal, carente de interés e inverosímil. Al fin y al cabo Luizquiere dejar de vivir por puro aburrimiento, no por una incurable enfermedad que está acabando con él. Hay que encontrar la ironía de Loriga en ello para poder entenderlo.

Mejor dejar este mundo cuando uno está en forma, que cuando uno ya no es persona.

Es lo que tienen las Rock stars: mueren jóvenes y dejan un bonito cadáver, amén de un magnífico recuerdo. 

Tal vez si Loriga hubiera sucumbido a la dama de la guadaña ahora se le trataría de otra forma.

Por suerte para los mortales en general y para él en particular, eso no ocurrió, y podemos disfrutar de Cualquier verano es un final, su última novela.

SALVA G.

Título: Cualquier verano es un final

Autor: Ray Loriga

Editorial: Alfaguara

Edición: 1ª edición, enero de 2023

Número de páginas: 248

I.S.B.N. 978-84-2045653-9