Sánchez, la nueva novela de Esther García Llovet (Málaga, 1964) se convierte en la parte central de la Trilogía instantánea de Madrid, tras la intensa Cómo dejar de escribir (anagrama, 2017), y la venidera y todavía inédita Gordo de feria (la autora asegura que el humor está más presente en su última obra escrita que en las dos predecesoras).
La autora centra la acción de su obra en tiempo real, en este caso en una única noche, muy al estilo de clásicos cinematográficos como After Hours del maestro Scorsese, Night on earth del olvidado Jarmusch (espero con ansias su nueva obra a estrenar este 2019), Into the nightcon mi adorada Michelle Pfeiffer, o las más reciente Victoria rodada única y exclusivamente con un único plano secuencia, sin olvidarnos de Before sunrise del excéntrico Linklater. Podríamos compararla con alguna de las obras literarias que transcurren en un único día/noche (o ambas cosas a la vez), me vienen a la memoria las obras de Dan Brown, pero creo sinceramente que Sánchez está en las antípodas de las obras del autor americano.
Sus historias se asemejan más a las de José Ángel Mañas (Madrid, 1971) que a las de Brown. La llamada Tetralogía del Kronen: Historias del Kronen (1994), Mensaka (1995), Ciudad rayada (1998) y Sonko95 (1999), pueden haber sido caldo de cultivo para Sánchez, al igual que las obras de Loriga o Etxebarría.
No solo las obras están ambientadas en el Madrid nocturno, el Madrid más canalla, el que encontramos en el extrarradio, sino que sus protagonistas resultan ser perdedores, que se ganan la vida mal viviendo, y en el caso de Sánchez, trapicheando, engañando e incuso estafando. Pero en toda historia hay una pequeña esperanza de vida.
Sánchez tiene fama de gafe, debe dinero a medio Madrid, perdió casi todo en timbas, aparece y desaparece del mapa como el Guadiana, el extrarradio madrileño es su hábitat natural. Hasta allí se mueve Nikki desde La Línea, donde sobrevivió trapicheando con tabaco. Ahora anda metida en las carreras de galgos, todo un submundo dentro de la ciudad. Recuerdo perfectamente mis incursiones a mediados de los ochenta en el Canódromo Meridiana en Barcelona influido por las lecturas adolescentes del gran looser Bukowski, y cómo aquel ambiente resultaba un pequeño y apartado mundo dentro del bullicio de la ciudad.
Nikki tiene una idea: robar el galgo de Bertrán, un niño bien, para vendérselo a Filardi y así poder seguir subsistiendo. Para ello pide ayuda a Sánchez. Éste no duda en echarle una mano.
En una excéntrica, caótica, loca y mágica noche, Sánchez y Nikki pondrán en práctica su descabellado plan para que el primero pueda pagar sus deudas y la segunda pueda tener una existencia más placentera.
Llovet describe a una velocidad de vértigo la loca noche de los protagonistas, con sus extraños secundarios o visto desde otra perspectiva, sus posibles personajes centrales, sin duda la novela bien podría llevar por título Nikki, o incluso Bertrán, así como un Madrid espectral, fantasmagórico, nocturno, en esas horas en donde la ciudad debería estar durmiendo pero se mantiene más despierta que nunca, en las madrugadas de García Llovet es posible tener la luz apagada, pero sin duda los ojos debemos mantenerlos abiertos, si no queremos perdernos nada.
Diálogos directos, cortantes, ideales para una novela breve e intensa como resulta ser Sánchez, pero con ese pequeño toque mágico final que se torna en un aliento de esperanza, una pequeña luz que ilumine nuestra oscura noche.
SALVA G.
Título: Sánchez
Autora: Esther García Llovet
Editorial: Anagrama
Edición: 1ª edición, enero de 2019
Número de páginas: 130 pp.
I.S.B.N. 978-84-339-9867-5
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