Julio de 1956. El primer ministro belga Achille van Acker lo tiene todo organizado: ha tomado las medidas necesarias para que los ciudadanos disfruten de 12 semanas de asueto y ya tiene lista su casita del lago donde tiene planeado pasar unas idílicas vacaciones. Sin embargo, una inesperada amenaza se cierne sobre este plan impecable. Nada menos que una que puede hacer tambalearse los cimientos sobre los que descansan los pilares del Estado: la mismísima monarquía.
Según se rumorea en todo el país, desde las peluquerías a los despachos oficiales, el joven rey Balduino, tímido y soltero, mantiene un romance con su madrastra Lilian de Rethy. No hay ninguna certeza, pero sí preocupantes indicios. La situación se vuelve crítica cuando los dos sospechosos realizan un viaje a la Costa Azul. El ministro, para inmenso disgusto de su mujer, tendrá que posponer sus planes y organizar toda una misión de espionaje, enviando a Niza al mejor superagente secreto, el inefable Pierre Pierlot.
En principio, nada puede salir mal y, sin embargo, la misión se convierte en un puro disparate cuando, en el bien trazado plan de Pierlot para espiar a la real pareja, se cruza una aristocrática mujer, lamentablemente tan hermosa como intrigante.
La última novela de Mamen Sánchez (Madrid, 1971), Costa azul, es pura diversión. Así de simple y así de complicado a la vez.
Enmarcada en lo que se da por llamar novela FEEL GOOD, o lo que es lo mismo, la antítesis de las tragedias, Costa azul parte de una premisa real (doblemente), por un lado, la relación entre el joven rey Balduino y su madrastra Lilian de Rethy y por el otro, al estar emparentado con la monarquía, también resulta un tema Real.
Pero esta historia es simplemente una excusa para la trama real de la novela, que no es otra que la historia de Pierre Pierlot, el superagente supersecreto de los Servicios Secretos belgas.
Por descontado Pierre Pierlot es un nombre en clave. Es uno de los agentes más importantes con que cuenta el Primer Ministro Achille Van Acker. La fama de Pierlot le precede. Fue célebre su actuación en el sabotaje de las líneas de alta tensión en la Segunda Guerra Mundial. Su trabajo es sencillo: esclarecer si el affaire real es verídico o solo forma parte de la rumorología general.
Como una de aquellas comedias de enredo, típicas de Oscar Wilde, o aquellas clásicas películas de Doris Day y Rock Hudson, por citar dos claros ejemplos, Costa azul se torna en un disparato enredo donde nadie es quien dice ser y nadie es lo que parece.
Solo tenemos que fijarnos en una cosa para entender esto. Pierlot envía el primer informe a su superior, Robert De Foy, jefe del Veiligheid Van De Staat belga, diciendo lo siguiente:
A las diez en punto de la mañana de hoy...las águilas han sido recibidas solemnemente por el rebaño. Una de las ovejas portaba una llave de la ciudad, que le ha entregado a Fred...Mi conclusión es la siguiente: lo que une a la rapaz y al antílope no es natural.
Más adelante aparecerán en esos informes, Ginger (pareja de Fred), La Tórtola, El Venado, La Víbora, La Golondrina, el Águila Real y hasta la Gallina y el Águila Imperial.
Son tan simbólicos los nombres en clave de todos los protagonistas que hasta el jefe de los Servicios Secretos belga y el primer ministro, amigos de hace años, sus parejas comparten amistad, tiene problemas de interpretación con ellos.
Más adelante la novela se sigue enredando cual cable de auricular, sobretodo cuando entra en escena el vecino de la madre de H (el nombre real de Pierlot) Philippe Depée, espía encubierto del que el propio servicio secreto se ha olvidado. Continúa en su poder una antigua estación de radio desde la cual lanza un mensaje: “SOS. Perdido Fred. Localizar Pierre Pierlot.”
Junto a las risas que nos consigue sacar la novela encontramos también pequeños viajes a localizaciones reales, como son la zona de los lagos Eau d' Heure donde el primer ministro pasa sus vacaciones estivales, la Costa Azul del título, en este caso la ciudad de Niza con la Villa Favorite, la Villa Ephrussi de Rothschild y Villa Leopolda, la ciudad de Mónaco con su impresionante casino o la inconfundible y seductora Toscana.
Mamen controla a los personajes desde el inicio dotándolos de un sentimiento de empatía recíproca con el lector que no solo disfruta de las peripecias de los protagonistas, si no que las vive como propias, sintiendo aquello que sienten en cada una de sus aventuras.
SALVA G.
Título: Costa azul
Autor: Mamen Sánchez
Editorial: Espasa
Edición: 1ª edición, junio de 2020
Número de páginas: 290 pp.
I.S.B.N. 978-84-670-5881-9
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