Denis, que así se llama el susodicho, está acusado de robo a mano armada y homicidio.
Y no solo eso, sino que Denis, remató a sangre fría, con un tiro en la cabeza, a su víctima, José Luis López de Arbeloa, 57 años, gerente de la empresa Arbelor, componentes eléctricos. Y todo para robarle unos miles de euros.
Sus antecedentes no ayudan. Con 18 años tuvo un juicio. Condena por destrozos y vandalismo. Además le requisaron algo de droga cuando lo detuvieron por el allanamiento de morada.
Que la policía haya encontrado el botín y la pistola del crimen en su furgoneta hace que todo sea demasiado fácil. Y más cuando confiesa a su tío que el policía que hizo el registro sabía dónde buscar.
Así que todo huele a podrido. Aunque Denis es un buen chico, no se escapa de los típicos problemas de la edad, y más teniendo en cuenta que nunca conoció a su padre, y que su tío Aitor fue uno para él, hasta que lo olvidó, pero Denis odia la violencia, es surfer y vive en un almacén de tablas donde trabaja durante el día.
En el instante en que Denis le cuenta a su tío qué pasó en la noche de su detención, este comienza su propia investigación para esclarecer los hechos, no sólo demostrar que su sobrino es inocente, sino descubrir a los culpables de dicha encerrona.
Por el camino contará con la ayuda de varios compañeros de cuerpo, unos sin conocimiento de causa, otros con demasiado conocimiento, pero sin ningún tipo de sentimiento de culpa por lo que están haciendo, tan solo quieren encontrar la verdad y más cuando se sabe que el policía que detuvo a Denis no le cae bien a nadie del cuerpo.
Reconozco que tan solo leí dos novelas de Mikel Santiago (Portugalete, 1975), La última noche en Tremor Beach (2015), obvia decir que estamos todos esperando la serie protagonizada por Ana Polvorosa y Javier Rey, y su última novela a día de hoy: El hijo olvidado (2024), la que nos ocupa, y ambas mantienen un pulso acelerado en su redacción.
En sus casi seiscientas páginas, Santiago consigue mantener la tensión creando tramas paralelas que acaban coincidiendo en algún punto del relato consiguiendo con ello echar más leña al fuego que sigue prendiendo página tras página, capítulo tras capítulo, dejando al lector pegado literalmente al sofá.
En El hijo olvidado lo que más brilla es la culpa, tanto de la madre, como la del tío, por pensar que Denis es así por los errores cometidos por ambos, pero también del resto de protagonistas. Y la familia. Por muy desestructurada que esté, tan solo necesita un problema real para unir fuerzas en un objetivo común.
Digamos que El hijo olvidado resulta ser una magnífica novela, bien trazada, con un nudo importante y una resolución excelente, Santiago sigue escribiendo con una frescura digna de su primera obra, no parece que hayan pasado ya diez años y ocho novelas para él, su pulso sigue firme y su trazo recto. Y eso hay que celebrarlo.
El hijo olvidado podría (¿O debería?) ser la gran novela del próximo Sant Jordi.
SALVA G.
Editorial: Ediciones B
Edición: 1ª edición, enero de 2024
Número de páginas: 575
I.S.B.N. 978-84-666-7731-8
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada