“No tengo más remedio que preguntarme si alguno de los momentos verdaderamente interesantes de mis cuarenta y tantos años han tenido que ver con la comida; me refiero a la salivación, la masticación y los movimientos peristálticos. No hablo de cenas ni de celebraciones, y tampoco de camaradería. Por extraño que parezca, sobre todo teniendo en cuenta que comer es algo que hago todos los días, no consigo recordar muchas comidas con detalle; en cambio, me resulta más fácil traer a la memoria mis películas preferidas, los amigos leales, las graduaciones. De ello se desprende que el cine, la afinidad y la educación son para mí más importantes que atiborrarme”.
Lionel Shriver, de Carolina del Norte, 1957, autora de “Tenemos que hablar de Kevin” vuelve a sorprendernos con esta novela en la que encara un problema tan humano como rechazado como es la obesidad mórbida y la pérdida de peso, o sea, la comida como obsesión de lo prohibido. Pero la novela no se queda en este complejo planteamiento sino que va mucho más lejos y entra cruda y sin paliativos en el análisis de la familia como fuente de neurosis.
Lo mejor de su trabajo es que encara estos temas a través de una distraída ficción, con personajes muy atrayentes y con una espléndida prosa aportando con ello temas de reflexión de gran envergadura a los que, probablemente, pocos lectores se aproximarían si no se tratase de una novela.
Partiendo de la opinión de la propia autora, según la cual, ninguna familia es funcional, Shirver nos presenta a su personaje principal, la excéntrica Pandora, que tiene que hacerse cargo de su hermano Edison, un pianista de jazz frustrado al que ella reencuentra acuciado por un problema de gordura extrema. Un punto de autobiografía no le falta a la historia puesto que el hermano de la autora falleció en 2009 debido a complicaciones derivadas de la obesidad mórbida que padecía. Esta dolorosa realidad, permite fabular a la autora sobre la posibilidad de buscar un final alternativo: qué hubiese ocurrido si, en vez de morir en el hospital, su hermano se hubiese mudado a vivir con ella, como ocurre en la novela.
Big Brother es una novela inteligente, valiente y punzante. Apta para lectores dispuestos a leer entre líneas y no quedarse en la anécdota ya que la autora no ha pasado de puntillas por un tema lacerante para ella y eso siempre es de valorar cuando tenemos un libro entre manos porque nos habla del complejo de culpas, la necesidad de redención, la lucha por salvar de la autodestrucción a las personas que queremos y a nosotros mismo. Aquello que no se habla es lo que mejor puede escribirse. Altamente recomendable.
Margarita Espuña
Titulo: Big Brother
Autora: Lionel Shriver
Editorial: Anagrama
ISBN: 978-84-339-7895-0
Páginas: 397
Año 2014
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