Versión del cuento de La Bella durmiente, clásico de Charles Perrault, con una relectura total, potente e inesperada sobre todo en el desenlace. Consigue dar un giro a las historias tradicionales con el resultado de que los malvados puede que no lo sean y los príncipes azules se convierten en una absurda quimera.
La película está narrada bajo la perspectiva de Maléfica, la poderosa hada de alas negras que controla el reino mágico de Las Ciénagas, donde conviven seres elementales, gnomos, elfos y hadas. Más allá de las frontera arbolada y animada se encuentra el castillo, centro del reino de los humanos.
Stefan, un niño campesino, cruza la barrera de los mundos y roba una gema del río. Maléfica lo obliga a dejarla en su lugar, donde debe estar para conservar el equilibrio de la naturaleza. Pasan los años y la amistad se convierte en amor, pero los separa la ambición del joven que aspira a ser rey.
Los humanos quieren conquistar las Ciénagas, pero Maléfica y los seres del reino mágico los derrotan. Quien la mate será el nuevo rey. Stefan lo intenta, pero no puede, en su lugar le arranca sus alas. Se despierta sola, sangrando y humillada. Desilusionada con el mundo de los humanos deja de ser la encantadora hada que sobrevolaba el reino fantástico y se convierte en la hechicera vengativa del cuento clásico. Construye un reino oscuro, como su alma traicionada, y separa ambos mundos por bosques espinosos.
Angelina Jolie declaró en la BBC de Londres que esta secuencia evoca de forma intencionada la violencia sexual. La guionista y ella fuerron conscientes de que la escena era la metáfora de una violación. La metamorfosis del hada se debe al abuso y de cómo las víctimas de esos abusos tienen que decidir si abusan de otros o superarse y seguir amando al prójimo.
Maléfica opta al principio por la venganza y maldice a Aurora, hija de Stefan, a dormir eternamente. Solo un beso de amor verdadero la despertará del sueño. Por supuesto, el hada no cree en ese antídoto.
Aurora se cría en el bosque, alejada de los peligros y al cuidado de tres hadas despreocupadas. Maléfica, desde la distancia, vigila a la que llama “animalillo”. Sin darse cuenta le va tomando cariño y la protege, pero el hechizo es potente y ni siquiera ella puede evitar que se cumpla su maldición.
Aurora, al igual que en el cuento clásico, superará el hechizo, y en esta versión se convierte en la princesa de ambos reinos. La despierta el beso de un amor verdadero, pero aquí radica otra de las diferencias: no será por el beso del príncipe Felipe.
Robert Stromberg debuta como director en esta película fantástica tras un largo currículum. En sus trabajos destacan los paisajes de Avatar, Oz, La vida de Pi, Los juegos del hambre o Alicia en el país de las maravillas. En Maléfica crea planos aéreos, criaturas digitales fabulosas, y lo más impactante es la transformación de Jolie, que con pómulos elevados y prominentes, mirada serena y perversa, a la par que tierna, se adueña de la pantalla. Ella es sin lugar a dudas la gran protagonista. Aurora, por el contrario, interpretada por Elle Fanning, es una princesa bastante alelada y manipulable que pasa a un secungo plano.
Ya que el papel de la malvada se ha reinterpretado, pienso, tal vez merezca la pena otra versión que gire de nuevo la historia y en la que una mujer, princesa o campesina, sea capaz de despertarse ella sola.
GRISELDA MARTÍN CARPENA
Estreno: 30 de mayo de 2014
Director: Robert Stromberg
Guión: Linda Woolverton, Paul Dini, John Lee Hancock
Reparto: Angelina Jolie, Elle Fanning, Juno Temple, Sharito Copley
Música: James Newton Howard
Fotografía: Dean Semler
Género: Fantasía
País: EEUU
Distribuidora: Walt Disney Studios
Duración: 97 minutos
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