Una persona siempre es víctima de sus verdades. Una vez las ha reconocido, ya no puede librase de ellas.
Albert Camus
Un inspector en Fuseta es una curiosa e interesante novela, cuyo protagonista o, mejor dicho, uno de sus protagonistas es un inspector de policía alemán con el síndrome de Asperger.
“En el mes de septiembre, la luz es especialmente hermosa en el Algarve. En el aeropuerto de Faro, la subinspectora Rosado y su colega Esteves reciben a un hombre larguirucho que viste traje negro y corbata negra de cuero: Es Lander Lost, un inspector de Hamburgo que participa en un programa de intercambio.
Muy pronto los subinspectores se dan cuenta de que su nuevo colega alemán, no solo viste de manera extraña, sino que también se comporta de una forma diferente.
Juntos se encargarán de descubrir al asesino de un detective privado. En el transcurso de la investigación, se darán cuenta de que el comportamiento de Lost se debe al síndrome de Asperger y que sus talentos innatos van a ser de gran ayuda para resolver el caso de los negocios corruptos de un proveedor de agua envasada en el Algarve”.
Esta sinopsis, nos da una idea de lo que va la novela, pero hay mucho más, porque los personajes, y son muchos, destilan naturalidad y son muy creíbles.
A Lost, no tienes más remedio que cogerle cariño, un policía que es incapaz de decir una mentira, que tiene una capacidad de análisis lógico brutal, una memoria visual impresionante, pero al que le cuesta relacionarse con otras personas. En Fuseta encontrará un grupo humano que acabará entendiéndole y acogiéndole como uno más de ellos.
Hay otro personaje en la novela con mucha fuerza, Zara Pinto, adolescente que ha perdido a su madre, en teoría en un accidente y que esta acogida por los servicios sociales. Según avanza la investigación y por su propia seguridad, tendrá que convivir con Lost en Villa Elias y ambos sufrirán una transformación personal muy positiva con esta convivencia.
La trama está muy bien armada, bien contada y mantiene una intriga interesante, pero el final, aunque, es creíble, está un poco forzado y me ha dejado frio. Me quedo con el desarrollo de la trama y sus personajes, muy originales y con la parte más humana de la historia.
Un inspector en Fuseta es el primer volumen de una serie de la que se han vendido más de un millón de ejemplares y de la que ya se ha rodado, íntegramente en Portugal, una película basada en la novela.
Gil Ribeiro (Hamburgo 1965). Estudió guion cinematográfico y durante buena parte de su vida se dedicó a escribir guiones. En un viaje a Portugal, se enamoró del Algarve y de la calidez y la hospitalidad de los portugueses y allí se le ocurrió la idea de crear al inspector Lost.
Marcial García Llorente
Gil Ribeiro
Editorial Maeva Noir
Traducción Ana Guelbenzu
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