La primera obra de no ficción del director, guionista y escritor Javier Giner (Baracaldo, 1977) mantiene aquella máxima de que: la realidad supera con creces a la ficción. Y es que Giner a contado en primera persona y con todo lujo de detalles (escabrosos) su terrible caída a los infiernos (de la droga, el alcohol y el sexo) y su regreso del mismo.
Cuenta el propio Javier que el 2 de enero de 2009, en un segundo intento, ingresó por voluntad propia en una clínica de desintoxicación dejando atrás un reguero de autodestrucción y una sucesión interminable de días oscuros llenos de dolor y desamparo.
La historia es sensata, directa y real. También dolorosa, cruel y amarga. Y aunque su final está lleno de esperanza no todo el mundo consigue llegar sano y salvo a la meta.
Yo, adicto engancha desde su primera página (no pude resistirme), desde esa frase de Carrère: “El peor sufrimiento es el que no se puede compartir”, hasta la primera frase con la que el autor abre su libro: “Todo lo que se narra en este libro es real” no podemos dejar de leer la historia de Giner. Alguien que cuando entra en la clínica no se reconoce en los demás adictos. Él está por encima de todos ellos. Qué duro le resulta comprender que eso no es verdad, un adicto es un adicto, sin más, no conoce sexo, ni edad, ni raza, ni clase social. Cualquier puede caer en la adicción. Y una cosa está clara, ella no es la enfermedad, es el sítoma.
Cuenta Giner que jamás se drogó estando sobrio, siempre que se drogaba estaba borracho, una cosa le llevaba a otra y las dos acababan con él practicando sexo hasta con 25 personas a la vez.
También es cierto que Yo, adicto habla de Giner, pero también de todos sus compañeros en la clínica mientras él estuvo ingresado lo que ofrece al lector una panorámica más amplia de lo que un adicto puede ser, ya sea su adicción el sexo, la droga, el alcohol, el tabaco, el juego, el azúcar o las compras compulsivas.
Yo, adicto está escrito sin moralina final, no es un libro de autoayuda, posiblemente sí que haya ayudado al propio autor más de lo que él estaría dispuesto a admitir, pero sin duda no ayudará a nadie a dejar el consumo, aunque sí es posible que le haga dar el primer paso para solucionar el problema.
Tampoco se encuentra por ningún lado el arrepentimiento del autor para con sus hechos, simplemente reconoce que tuvo el problema y que lo solucionó con la ayuda inestimable de los profesionales. Eso da una idea de qué quiere compartir el autor con los lectores.
Un último apunte. Giner toca fondo cuando tiene que llamar a su madre para que pague una deuda de 800 euros. Tres prostitutos, la habitación de un hostal y mucha droga es lo que pagó la madre.
Yo, adicto es un faro en alta mar una noche embravecida que nos dice adónde debemos ir pero que en ninguno de los casos nos lleva hasta allí, simple y llanamente somos nosotros los que debemos llegar por nuestros propios méritos.
SALVA G.
Título: Yo, adicto
Autor: Javier Giner
Editorial: Paidós
Edición: 2ª edición, mayo de 2021
Número de páginas: 474 pp.
I.S.B.N. 978-84-493-3803-8
Comprar en Amazon
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada