Sin duda, si Alan Sillitoe (Nottingham, 1928
Londres, 2010) viviera en estos días convulsos que nos ha tocado aguantar,
seguramente, como un joven más, estaría acampado día sí día también en alguna de
las céntricas plazas que los Indignados toman cada cierto tiempo. No en vano él
fue parte activa del famoso movimiento Angry Young Men (Jóvenes
airados) junto a otros novelistas británicos como John Wain,
John Braine, John Osbourne o Kingsley
Amis artífices en parte también del llamado Free
Cinema inglés que por supuesto llevó a la pantalla “La soledad del
corredor de fondo” en 1962 por mediación de Tony
Richardson.
Utilizando el documental como base, y el
neorrealismo como fondo, las historias de Sillitoe en
particular y del movimiento en general, retrataban al obrero de clase
trabajadora, el famoso Working class hero que predicaba John
Lennon, y que tan bien conocía el propio Sillitoe. No
en vano el protagonista de su primera novela, la aclamada “Sábado por la
noche y domingo por la mañana” Arthur Seaton, trabajaba al igual
que su padre en la empresa de bicicletas Raleigh.
Así que creemos que esta nueva edición de
“La soledad del corredor de fondo” hecha canción con el mismo nombre
por los ingleses Iron Maiden en 1987, aunque pocos lo conozcan
su cantante Bruce Dickinson es un autor literario que goza de
bastante fama en su país, era necesaria, tanto o más que su lectura.
A base de pequeños relatos, siendo el
principal el inicial “La soledad del corredor de fondo” y cerrando con
la otra gran obra maestra del libro, como es “Declive y ocaso de
Frankie Buller” Sillitoe habla sobre la insatisfacción adolescente
sin aspavientos, el enfado que genera en ellos la sociedad, sin inmutarse
Sillitoe mete en dedo en la llaga, lo remueve, lo saca, le echa
vinagre y sal y por si eso fuera poco lo hace una y otra vez sin descanso.
Hace medio siglo de sus historias, pero a día
de hoy siguen tan vigentes como las relaciones de un padre y un hijo, dos
extremos que nunca acercarán posiciones ni llegarán a entenderse.
Tras su lectura nos damos cuenta que el
rebelde ya tiene casusa para su rebeldía.
Podríamos aventurarnos en asegurar que estos
personajes son la antesala a los Punks británicos de finales de los setenta,
jóvenes hartos de todo, del sistema y de la sociedad en sí. Habla de una
generación, pero creo que es más que eso, puesto que generación tras generación,
los jóvenes han estado airados, desencantados y llenos de dudas.
Sí, “La soledad del corredor de
fondo” dice más que el panfleto político de Stéphane
Hessel.
Esta nueva traducción a cargo de
Mercedes Cebrián (Madrid, 1971) con introducción de otro joven
airado como es Kiko Amat (Sant Boi, 1971) debería ser de
obligada lectura para todos aquellos que se dicen indignados.
SALVA G.
Título: La soledad del corredor de fondo
Autor: Alan Silliote
Editorial: Impedimenta
Traducción: Mercedes Cebrián
Edición: 1ª edición, febrero de 2013
Número de páginas: 256 pp.
I.S.B.N. 978-84-15578-36-9
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