Amenábar, tras seis años de silencio cinematográfico, nos lleva a la gran pantalla con una película cuyo tema te hace recordar a “Los otros”. Amante del misterio, como ha confesado en diversas entrevistas, provoca que el público entre en la sala esperando disfrutar del enigma, de lo oscuro y sorprenderse una vez más como lo hizo con la película citada. Lo esperado a veces te sorprende de manera negativa.
El director ha basado su guión en hechos reales ocurridos en Minesota, en 1990. Se investigó sobre ceremonias satánicas y posibles depravaciones escabrosas, con sacrificios humanos y ritos sexuales, hechos que jamás se pudieron demostrar.
El detective Bruce Kenner, Ethan Hawke, es el encargado de investigar el caso de la menor Angela (Emma Watson) que, bajo la tutela del párroco de la iglesia, denuncia a su padre, John Gray (David Dencik) por abusos. Ante la duda de sus declaraciones, se solicita la colaboración del psicólogo Dr. Raines (David Thewlis) que somete al padre a una regresión para aclarar el caso. Siendo “Regresión” el título de la película, aquí se encuentra el primer punto flaco del film. El psicólogo parece un personaje de añadido, al que parece que no le importa la historia. Practica una especie de hipnosis extraña a una persona alcoholizada y extrae conclusiones precipitadas que contagia al inspector y a una gran parte de la población, entrando la historia en una espiral de despropósitos que se me antojaron como un puzle desorganizado. Sobre la regresión, aquí se acaba un tema sobre el que se podía haber profundizado mucho más.
Durante los 106 minutos que dura la película, estuve esperando un giro que me sorprendiera como en “Los otros”, ese giro al que nos tiene acostumbrados este gran director, pero el giro no se presenta. Acaba la película y la sala queda en silencio. ¿Hemos visto un documental?
Salva la película, además de la excelente fotografía, la gran interpretación de Emma Watson, que definitivamente se ha despegado de la querida Hermione y se ha convertido en una actriz a la que, con seguridad, le espera una larga y exitosa carrera. Emma es coherente con su papel y lo borda. El inspector, interpretado por Ethan Hawke (protagonista de Gattaca) representa la entrega del investigador cuando profundiza en un caso hasta el punto de llegar a la obsesión. Tal vez la película se tendría que haber titulado: Obsesión, en ese caso el público no esperaría una trama sobre la que no se trata.
El desenlace, tras mostrarte escenas satánicas, intentos de suicidio por culpabilidad, rituales sexuales… te deja, como ocurrió en la realidad, con la duda de si todos estos hechos han sido verídicos o bien que la niña es una víctima de abusos que delira como autoprotección. No es preciso ni en cine ni en literatura que los finales sean abiertos, pero tampoco hay que mostrar unos hechos de manera tan aséptica. Tampoco es coherente que toda la obsesión que arrastra el investigador, y que constituye el núcleo de la obra, se aclare en un segundo, los procesos psicológicos son más largos en el tiempo. No seamos tan incoherentes, señor Amenábar, o invente, por favor. Los hechos de Minesota los podemos leer en la red, pero en la gran pantalla yo quiero ver cine…, como en “Los otros”.
Puede que otros piensen que es la mejor película de su filmografía, pero yo creo que es una autentica regresión en la carrera del director.
Eso sí, esperamos la siguiente.
Griselda Martín Carpena
Título original: Regresión
Director y guionista: Alejandro Amenábar
Música Roque Baños
Fotografía: Daniel Aranyó
Producción: Coproducción España-Canadá. Himenóptero. Telecinco Cinema
Reparto: Ethan Hawke, Emma Watson, Aaron Ashmore, Devon Bostick, David Thewlis, Dale Dickey, Aaron Abrams, David Dencik, Kristian Bruun, Matija Matovic Mondi, Janet Porter, Goran Stjepanovic.
Año: 2015
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