Mientras el sol declina en el horizonte y nada parece suavizar el bochorno del día en Maringouin, una anciana regresa al hogar tras hacer la compra en el supermercado. El jefe de policía invita a sus chicos a la última ronda en el bar de Mary. Dos trabajadores descargan los botes de pintura de la furgoneta tras una dura jornada de trabajo. Y el alcalde se prueba las braguitas nuevas de su esposa mientras ésta acude a una reunión de las hermanas puritanas del Club del buen cristiano.
En Maringouín nunca sucede nada. O casi nunca…
Odette, un huracán de categoría 4, está a punto de cruzar el estado Luisiana y devastar la imperturbable monotonía del pueblo. Pero antes de que esto suceda, los secretos más inhóspitos de sus habitantes saldrán a la luz. Un cuerpo sin vida en las profundidades del pantano Atchafalaya, el asesinato de una vieja alemana con siniestras vinculaciones nazis y la irrupción de un peculiar agente del FBI que busca a un asesino en serie conocido como el Comercial… pondrán la vida de todos los vecinos de Maringouin patas arriba.
Juan de Dios Garduño, el aclamado escritor de «Y pese a todo», regresa con una historia negra ambientada en los lugares más sórdidos de Luisiana y nos ofrece una visión única del horror.
El título de la última novela de Juan de Dios Garduño bien podría definir su propio estilo literario. La prosa de este autor posee una magia que embauca y aterroriza a un tiempo, como la mirada que una cobra dedica a su presa antes de atacar con su mordida letal. Tiene un deje innegable que hace que le comparen con Stephen King, incluso Nacho Vigalondo se atreve a decir de él que es el King español, algo con lo que estoy bastante de acuerdo. Yo soy incapaz de sentarme a comparar ambos estilos, de ver similitudes y diferencias como lo hacen algunos estudiosos de la materia, pero sí puedo decir que ambos autores, con sus novelas, provocan un efecto muy parecido en mí. Se crea en el lector que ya conoce a Garduño, al menos en mi caso, esa ansiedad propia del deseo de leer lo recién horneado, de adquirir el ejemplar, disponerlo todo como un ritual y sentarse a disfrutar de la lectura ajeno a todo y a todos. Y es entonces cuando sucede. Sus palabras empiezan a seducirte, sus personajes comienzan a intrigarte y atraparte y sus escenas te producen una inquietud que hacen que te revuelvas, incómodo, en el sillón
. La sangre de Juan de Dios Garduño, la que aparece en sus novelas, no es esa mezcla de sirope de maíz, colorante y harina que se utiliza en las películas, no. No es tan dulce. Es amarga y ácida. Tan real que asusta. De todo lo que llevo leído de este autor, creo que esta es la novela que más me ha gustado e impactado. Tiene ese deje americano en su forma de narrar, ese acento por el que tal vez me recuerda a King. O puede que sea por los escenarios, que ubica en tierras estadounidenses. En cualquier caso, no hay nada de lo que haya leído de Juan de Dios Garduño que me haya defraudado y esta novela tiene todos los ingredientes para mantener al lector expectante de principio a fin, con la intriga y el misterio bien servidos, con unos personajes muy bien perfilados y un deje místico sobrenatural que permite, dentro del caos, un toque de humor negro muy sutil y acertado. El panorama del terror español se crece con obras y autores como estos. Una delicia de lectura, que en sí misma, al margen del arte sombrío que oculta el argumento de la novela, contiene la propia esencia de esos versos de Dylan Thomas. Una obra muy recomendable. Si os gusta el terror, si os gusta King, os gustará El arte sombrío de Juan de Dios Garduño.
Víctor Morata Cortado
El arte sombrío
Autor: Juan de Dios Garduño
Editorial: Dolmen
256 páginas
ISBN: 9788415296997
1ª Edición: Junio 2013
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