Ana María Matute - Pequeño teatro

ANA MARÍA MATUTE

PEQUEÑO TEATRO

Planeta

ISBN: 978-84-08-100085-0
Reedición 2011 (Premio Planeta 1954)
Pag. 296

En un pequeño pueblo pesquero vive un adolescente, Ilé Eroriak, al que todo el mundo considera un loco. Su único amigo es un viejo titiritero que le da cobijo y comida. Todos en el pueblo se ríen de él. Pero un día arriba al puerto un joven de pelo rubio que se hospedará en el Gran Hotel, propiedad del terrateniente del pueblo. Entablará una extraña amistad con el niño y a partir de ese momento Ilé pasará a ser el centro de las miradas de todos los vecinos que intentarán cambiar su vida y su futuro.

Esta maravillosa novela nos introduce en un pueblo donde todo es monótono y donde las costumbres, las personas y los escenarios están clavados en un cuadro de donde no pueden escapar. Tan sólo la aparición de una nueva figura es capaz de romper esa monotonía y de abrir una ventana por donde entren aires nuevos. Todos los personajes están llenos de emociones que van siendo desenmascaradas a medida que avanza la novela y que van preparando el camino al final del drama que se intuye desde el principio de la novela. Y ese es el motivo que nos atrae durante toda la lectura y que convierte esta novela en una auténtica obra de arte.

Una magnifica obra, llena de ternura y de imaginación, en donde la escritora nos demuestra cómo puede influir las palabras de un extraño ante todo un pueblo, hasta el punto de modificar su manera de pensar y de actuar. Es posible manipular a las personas como si se tratara de títeres. Y lo más decepcionante del caso es que, en el fondo, nos dejamos manipular y somos conscientes de ello.

Sin duda alguna nos vemos reflejados de algún modo en lo que ocurre en la obra. Todos formamos parte de ese pequeño teatro llamado mundo, y nuestros hilos son movidos por manos invisibles que dirigen nuestras vidas.

No es preciso haber leído ninguna novela de Ana María Matute para deleitarnos con la lectura de ésta. Nos encontramos ante una dama de las letras que, evidentemente y sin lugar a dudas, es capaz de emocionarnos y de sensibilizarnos con su lenguaje, con sus palabras y con sus temas.

Rosa Mingorance.