Entre la gran cantidad de novedades que aparecen y desaparecen con velocidad de vértigo, a veces tienes la oportunidad de cruzarte con una curiosa novela. “Que nadie te salve la vida” es la última obra de Flavia Company, escritora, traductora y crítica literaria. Argentina de origen y residente en San Carles de la Ràpita, es una escritora bilingüe que cultiva tanto el relato como la novela.
Enzo, el protagonista, es traductor. Traduce de todo, catálogos, gestos, miedos, miradas… Acaricia en secreto escribir una novela, sueña entender no solo las palabras de otros, sino los pensamientos y sentimientos propios, pero le falta tiempo. Tan solo le quedan cuatro meses de vida.
¿Qué hacer cuando eres consciente de tu propia fecha de caducidad?
Entre las cuatro paredes del hospital, que le muestran la imagen de un futuro que no existe, redacta su último escrito. ¿Por la necesidad de pedir perdón o para no pensar en la muerte?
Enzo solo tiene dos personas de quien despedirse. Víctor, un hombre de éxito, alto cargo de la banca, calculador y frío que antepone el interés a sus propios deseos. Nunca hubieran sido amigos si la casualidad o tal vez el destino no provoca que le salve de una muerte ridícula en el bar de la universidad.
Cuando Víctor se entera que le queda poco tiempo de vida se cree con el derecho de reclamarle la deuda pendiente, solo entonces quedará en paz. Devolver el favor se puede convertir para Enzo en el riesgo de cumplir su propio deseo.
Se despide de otra persona, de Gabi y le pide que entregue su último escrito a Berta cuando cumpla 25 años.
Berta cumple esa edad y sus madres le entregan un sobre amarillento que han guardado durante dos décadas. Igual que Enzo, la joven se encontrará con el dilema de cumplir el deseo de alguien que le salvó la vida.
¿Tiene sentido pedir el perdón cuando estás muerto?
Berta se enfrenta a un sinfín de dudas. Leer la carta o romperla a trozos y comerse los cachos o tal vez tirarlos por el váter. Aquel hombre que no conoce, no deja de ser su padre. Busca su rostro por Internet, sus gestos en el espejo.
Una anciana, que vende objetos antiguos y colecciona cartas de un pretendiente, le ofrece, sin saber, la respuesta.
Berta guarda la carta entre la páginas de un ejemplar de Crimen y castigo, la novela que leía Enzo, la novela que lo acompaña incluso en el crematorio. Sentada en una silla que compra en la tienda de la anciana, y protegida bajo la mesa del comedor, como cuando era una niña, se debate en la duda.
Toma una decisión. Puede ser la correcta. Puede que también se inicie un nuevo bucle.
A lo largo del texto se mantiene un equilibrio adecuado entre la trama superficial y la profunda. Plantea infinidad de preguntas sobre la vida, la muerte, el perdón, el destino… y ofrece pocas respuestas, brindando al lector la posibilidad, hoy tan escasa, de dialogar consigo mismo.
Quizás de forma deliberada, nos muestra escenas sin definir, personajes que desaparecen sin cerrar la acción y objetos que se intuyen esenciales en el argumento y son tan solo perfilados. Los diálogos introducidos en el texto, como licencia que se toma la autora, son una técnica innovadora que puede atraer la atención del lector o… tal vez todo lo contrario.
GRISELDA MARTIN CARPENA
Que nadie te salve la vida / Que ningú no et salvi la vida
Flavia Company
Editorial Lumen / Editorial Proa
Año 2012
214 / 217 páginas
Isbn: 978-84-264-2110-4 / 978-84-7588-324-3
dijous, 6 de setembre del 2012
'Que nadie te salve la vida / Que ningú no et salvi la vida' - Flavia Company
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