“Simon Sax podría ser un tipo afortunado. Es joven, listo y está punto de convertirse en multimillonario si vende su gran invento -un asombroso algoritmo- a una multinacional. Y, sin embargo, se siente solo. Su éxito contrasta con sus nulas habilidades sociales. Hasta que un día vence sus prejuicios y entra en una web de contactos donde se enamora perdidamente de Irina, con la inexperiencia y la pasión de un adolescente, a pesar de los miles de kilómetros que los separan. Pero ella, marcada con una enigmática cicatriz en la mejilla, arrastra un oscuro secreto.
Una novela que te hará mirar de otra forma a la persona con la que duermes.
Una historia absolutamente adictiva firmada por el autor español de thriller más leído en todo el mundo.”
Empecé la lectura de esta novela con cierta prevención, tengo que confesarlo: no soy muy amiga de los best sellers, y Juan Gómez-Jurado viene precedido de una fama innegable de escritor de libros de ese estilo. Además, la promoción habla de “Oscuro Secreto” y quien me conoce sabe que si leo “oscuro secreto”en algún sitio me sale un sarpullido en la cara interna del brazo. Pero mi editora me lo recomendó, y yo soy chica fácil. No hace falta insistir mucho para incitarme a leer. Así que enarqué una ceja, tamborileé con los dedos sobre el iPad (frases que nunca pueden faltar en un buen thriller) y me decidí a atacar “Cicatriz”.
Tengo que confesarlo: me gustó. Disfruté. Mucho. ¿Perderé con esta reseña mi fama de lectora exquisita, de intelectual de las letras, de amante de las delicatesen, de dormir con la mesilla llena de libros de Stefan Sweig, de solo acercarme a los maestros del noir, y con reverencia? No la perderé porque no la tengo. Ese hecho me da permiso a leer lo que me venga en gana, así que allá voy: repito.
Me gustó “Cicatriz”. Mucho. La trama funciona como un reloj, el estilo literario es sobrio y conciso, sin lirismos inapropiados ni concesiones, aquí se va al turrón desde la primera frase. Gómez-Jurado conoce los mecanismos que llevan al lector a engancharse a una novela y los usa con maestría, sabe cómo hacer que nos identifiquemos con el protagonista y sus cuitas. Usa personajes que podrían caer en el cliché con facilidad, pero se solventa ese escollo con pases toreros de gran solvencia. Simon, un nerd gordo y con problemas de relaciones sociales, Arthur, su hermano adorable con Síndrome de Down, Irina, una suerte de Beatrix Kiddo rusa y pelirroja, millonarios, mafiosos tatuados, villanos con acento de malo de James Bond…y acción, mucha acción, y de la buena. Dos tramas que se entrelazan, pasado y presente perfectamente hilados, poli bueno y poli malo, y un final apabullante y cinematográfico que necesita dos tilas y un Orfidal para poder pasarlo sin taquicardias. Hay escenas duras, narradas con crudeza, hay escenas de amor, hay escenas de acción, hay un programa informático que cambiará nuestras vidas y la de todos los personajes…¿Podemos pedir más? Vale, que esté bien escrito. Y vaya si lo está.
En suma, si quieres pasar un buen rato disfrutando en tu sofá con palomitas, píllate “Cicatriz”, de Juan Gómez-Jurado. Yo, insisto, lo pasé como una cerda rebozándose en una charca de barro en pleno verano en las Torres de Cotillas, Murcia.
Nieves Abarca
CICATRIZ
Juan Gómez-Jurado
Ediciones B
Páginas: 512
ISBN: 978-84-666-5799-0
Año 2015