Debut literario de un hombre con mucha experiencia a sus espaldas, Víctor Morata nos presenta un thriller de alto nivel 'Los siervos de la Guadaña'.
¿Por qué decide entrar en el mundo literario con una novela de género
negro?
Llevo cerca de 30 años escribiendo, desde que era un chaval, así que,
técnicamente, solo he decidido tomar las riendas de mi destino y ser más
proactivo para entrar no en el mundo de las letras, sino del mercado editorial.
Dicho esto, no soy un escritor que se rija por modas o normas y lo de escoger
el género negro ha sido más bien casual y circunstancial. La historia que
quería y me apetecía escribir precisaba de los elementos de la novela negra, de
su atmósfera y sus personajes, pero sin renunciar a lo que me define como
escritor que es la ficción creativa con inclinaciones a la fantasía y el
terror.
¿Cómo surgió el personaje de Eladio Jones?
El personaje de Eladio Jones surgió de una conversación con un amigo.
Bueno, la semilla de la historia en general. Necesitaba un hombre destinado al
fracaso y que llevara un gran peso emocional a sus espaldas que justificara sus
acciones. Como en todas mis novelas, suelo trabajar a priori tanto los
personajes como los escenarios y, aunque sea una ficción basada en nuestro
universo, siempre suelo dedicar bastantes horas al worldbuilding para tratar de
evitar lagunas, cabos sueltos y bloqueos futuros. Así que la decisión de crear
a Eladio surgió más por una necesidad emocional que por otros motivos más
estéticos.
¿Temía que la personalidad tan marcada de Eladio le pusiera problemas para
poder llevar el argumento por donde usted quisiera?
Al contrario. Es precisamente su personalidad la que favorece su camino a
lo largo de la trama. De todos modos, llevo unos años derivando en un escritor
de mapa y la brújula la dejo para el bocetaje inicial, así que, cuando me pongo
a escribir, ya sé en un 90% lo que va a pasar. Si no funciona el personaje, se
queda en el boceto y no pasa a la historia ni a las siguientes fases. Este
recurso me ayuda mucho a evitar esos problemas de los que hablas. Pero no,
Eladio no ha sido un personaje problemático en absoluto. No como personaje, al
menos.
¿Siente que en este personaje nos podemos todos ver de un modo u otro
reflejados, usted el primero?
Hace un tiempo leí una serie de ensayos que hablaban de «la sombra» y la
definían como algo parecido a una mochila que todos llevamos a la espalda en la
que metemos todas nuestras mierdas, remordimientos, culpas, miedos, etc… Creo
que todos tenemos esa mochila y que vamos vaciándola o llenándola a medida que
caminamos por la vida. La mayoría de las veces depende de nosotros, pero no
siempre. Eladio tiene la mochila muy cargada y le pesa de un modo que casi le
hace ir por la vida arrastrando los pies, por no decir el alma. Ha cometido
muchos errores. Y los sigue cometiendo. Pero es que esa es la esencia del ser humano.
Luego está cómo nos enfrentamos a ellos y salimos airosos o no. Yo he cometido
muchos errores. Y seguro que los seguiré cometiendo. El aprendizaje que deriva
de ello es importante. También para Eladio, que, al menos, ha visto la verdad
en el arrepentimiento y busca, de alguna manera, la redención. Por suerte para
mí, con Eladio tengo más simpatías que similitudes.
Después de 13 novelas escritas sin publicar ¿Qué siente ahora estar a
merced de las críticas?
Uno siempre está a merced de ellas. Lo que pasa es que son más sonoras
cuanto más se le conoce a uno. Habrá a quien le guste la novela y también quien
la desprecie, pero si algo he descubierto a lo largo de los años es que muchas
de las críticas se fundamentan en los gustos de cada uno y eso inclina la
balanza hacia uno u otro lado. Luego están los haters, que no buscan más
beneficio que el de satisfacer su propio ego a costa del menosprecio ajeno.
Pero qué quieres que te diga. Si han de criticar, que critiquen. Si son
críticas constructivas y bien argumentadas, me parecen muy válidas como parte
del aprendizaje. Si no, tampoco es que importen demasiado. Yo estoy muy
satisfecho con «Siervos de la Guadaña» y seguramente se podría mejorar en
muchos aspectos, pero cada obra es hija de su tiempo y esta es la que es. Si
gusta, bien; si no gusta pero se es respetuoso con la obra y el autor, también.
Mañana será mejor. Y pasado, aún mejor si cabe. O eso espero.
¿Qué sentido quería darle a la aparición de la guadaña en la historia?
La guadaña, como habrás visto y podrán comprobar los lectores, es un
elemento simbólico. Está muy arraigado a la cultura popular y a la figura de la
Muerte misma. Es la herramienta de la siega, simboliza la cosecha y el fin de
una etapa. Así que considero que tiene una impronta tan fuerte como necesaria
en esta historia, porque, aunque no esté ahí, siempre está presente, oscilando
sobre las cabezas de los personajes. De todos ellos. De todos nosotros.
¿En cuál de los registros literarios se siente más cómodo?
Hace un tiempo me sentía muy cómodo escribiendo relatos y ya entonces me
gustaba usar un registro con tendencia a la vulgaridad y adentrarme en lo
coloquial, pero era más formal. De un tiempo a esta parte, con la escritura de
obras más largas, no podría decirte. Todo depende de la obra en sí. Me gusta
usar un registro formal, pero, cuando hablan los personajes, creo que lo más
acertado es dotarlos de un lenguaje más cercano y coloquial, más de calle.
Puede que también atienda a que suelo usar más ese tipo de personajes en mis historias,
más humanos y cercanos, alguien con quien uno no desentona y puede empatizar.
Así que bueno, al final es la historia más que el registro el que me hace
sentir más o menos cómodo.
En la novela aparece presente el sentido del humor en ocasiones ¿Lo cree
fundamental en sus novelas para destensar la trama?
El humor siempre es bienvenido. En ocasiones lo usamos en nuestra propia
vida sin darnos cuenta como un modo de alivio y creo que en las novelas sucede
algo parecido. Incluso en las novelas de terror hay cabida para un chascarrillo
o un chiste que nos recuerde que la vida no es una paleta de colores
monocromática. Hay que tener mucho cuidado de no sobrepasar ciertos límites que
transformen la obra en una comedia o que le arrebaten toda esa tensión, así que
no considero que sea fundamental, pero sí un recurso muy bien recibido.
¿Cómo fue desarrollar el resto de personajes que rodean a Eladio?
Eladio no nació solo. No se trata de un tipo que llega a un bar y llama a
los colegas para que acudan a hacerle compañía. Cada uno tiene su papel y su
importancia, no son dependientes del personaje principal y no subsisten gracias
a él, sino que son complementarios. Así que estaban todos ahí. Lo que sí hice
fue modelarlos a medida que la trama lo pedía y darles mayor o menor presencia
según el momento. Véase también el contraste de poder según los escenarios en
que se desenvuelven algunos personajes. También me pareció interesante trabajar
con el concepto de la ubicación de los personajes y de cómo varían su estatus y
su forma de actuar en función de con quienes se relacionen o el momento
concreto en que se hallen.
¿Tendremos futuras entregas de este personaje?
Creo que «Siervos de la Guadaña» es una novela autoconclusiva, pero Eladio
es un rebelde y un inconformista y aun estando del lado de la ley, esta no le
convence al 100%, por eso no descarto que no salte a otras novelas. Puede que
haga algún cameo en el futuro o que lo tome como protagonista de una nueva
historia, pero dudo mucho que vuelva a usar los mismos elementos que he
utilizado en esta novela ya que, ante todo, me gusta experimentar y mi estilo
tiende mucho a la mezcla de géneros. No voy a negar que me lo he pasado en
grande con esta novela, pero no me cierro ni a otros estilos ni a otros
géneros. La historia siempre manda. Y yo, mal que me pese, siempre estoy a su
servicio.
Xavier Borrell
SIERVOS DE LA GUADAÑA
Víctor Morata
Editorial: Amazon KDP /
Género: Narrativa
434 páginas
ISBN: 9798464879188 /
Año 2021
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