Las autobiografías de músicos tienden a ser un compendio de sus vidas. Pequeños anecdotarios escritos casi siempre desde el prisma del buenrollismo. Todo en ellos resulta ser divertido. Amén de acabar resultando un magnífico escaparate del músico en cuestión.
¡Grabando!, el libro de Mard Howard (Manchester, 1964) en colaboración con Chris Howard está a años luz de ello.
Sin ir más lejos Mark escribe en la Introducción del libro tras un insuficiente Prólogo: “no puedo mantener una conversación sobre mi trabajo (…) sin que suene como si estuviera fardando (...)he acabado trabajando con alguna de las personas más famosas del planeta”
Con esta frase queda claro que no busca la fama, la adulación, el éxito, el dinero o ser más importante que esas personas famosas.
¿Y quiénes son esas personas famosas?
Pues la lista es larga.
U2, Tom Waits, Red Hot Chili Peppers, R.E.M, Peter Gabriel, Bob Dylan, Robert Plant, Neil Young, Lucinda Williams, Iggy Pop, Marianne Faithfull, Emmylou Harris, Sheryl Crow, Willie Nelson e incluso Billy Bob Thornton o nuestra Penélope Cruz.
Howard produce, graba, mezcla y hace de ingeniero de sonido en muchos de los discos que han editado los artistas anteriormente listados, y según parece lo hace muy bien, uno de esos discos, Time out of mind, el treintavo en la dilatada carrera de Bob Dylan, fue premiado en la cuarentava Gala de entrega de los Premios Grammy en Nueva York en 1998, la misma del incidente del chico “Soy Bomb” con tres de los galardones.
Pero ¡Grabando! no es tanto el quién sino el cómo.
Howard explica con pelos y señales, a veces demasiado profesional y específico, cómo consiguió el sonido de ciertos discos, sin ir más lejos el propio Dylan cuando recogió uno de los Grammy le dio las gracias a Mark diciendo que había logrado un tipo concreto de sonido que no se conseguía todos los días, entrando en la parte más técnica de su trabajo que tal vez se pueda hacer más pesada pero que conjuga muy bien con el anecdotario que capítulo tras capítulo cuenta en su día a día con los famosos.
También hay tiempo para hablar de sus estudios de grabación, tanto los efímeros, como los permanentes. De los primeros vemos cuánto dinero se llegaba a gastar la industria musical en conseguir el éxito rápido y de los segundos comprobamos lo importante que llega a ser el lugar para conseguir una buena obra maestra. Tanto, que hasta Willie Nelson, utilizó, no solo la foto del estudio de Mark para la portada de uno de sus discos ,sino que nombró a dicho disco, el de 1998 con el nombre del propio estudio: Teatro.
De las anécdotas más curiosas sobresalen las de Neil Young que solo graba los tres días anteriores a la luna llena (tarda seis meses en grabar un disco); la de Iggy Pop que se presentó al estudio con un pantalón transparente y sin ropa interior; la de Robert Plant que siempre anda con escritos del poeta William Blake encima para encontrar inspiración en ellos; la del curioso vocabulario que utiliza el no menos curioso Tom Waits; o la del mismísimo Dylan que solo graba de noche.
El resto de anécdotas resultan más terrenales.
Escuchar a Lucinda Williams decir que se siente gorda y fea mientras lloraba en el sofá del estudio no es algo agradable de presenciar. Pero está claro que todos somos humanos.
Lo de Waits resulta normal, sobre todo para aquel que conoce la carrera musical del autor. Pidió que Brain, el batería de Primus, invitado a la grabación, rasgara una cinta adhesiva para crear un ritmo que finalmente acabó acompañado del golpe que producía la puerta del baño al cerrarse. Sí, lo del loco de Waits lo entendemos.
Howard tiene su propia visión de la música, es un pequeño orfebre del sonido, siempre busca lo más adecuado para un óptimo resultado, que no por ello debe ser lo mejor y más moderno, está en contra de ProTools y GarageBand, y siempre prueba el campo magnético del lugar donde instalará el estudio de grabación. A eso le llamo yo dedicación. Pero también descubriremos su pasión por las motos.
¡Grabando! es una excelente colección de anécdotas de grabación de unos cuantos grandes discos, pero también proporciona una idea de cómo son esos artistas lejos de los focos mediáticos, amén de convertirse en una perfecta guía de producción para todos aquellos interesados en la música.
SALVA G.
Título: ¡Grabando!
Autor: Mark Howard con la colaboración de Chris Howard
Traducción: Pilar Recuero Gil
Editorial: Libros Cúpula
Edición: 1ª edición, septiembre de 2021
Número de páginas: 315 pp.
I.S.B.N. 978-84-480-2865-7
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