¿Alguien recuerda Roman holiday, la película de William Wyler de 1953? Sí hombre, aquella en la que Audrey Hepburn daba vida a una princesa que se enamora de un periodista encarnado por Gregory Peck y pasa con él una noche y un día que jamás olvidará.
Estoy convencido de que todos tenemos la película en mente.
Y os preguntaréis ¿qué tiene que ver una película realizada hace más de 65 años con una novela escrita en la actualidad?
Me explicaré. O al menos lo intentaré.
Vacaciones en Roma, título con el que se conoció la película en nuestro país, trata del amor que sienten dos personas de mundos antagónicos que se encuentran en un punto de sus vidas y que pasan unas horas compartiendo su compañía sabiendo de que al finalizar ese escaso margen de tiempo sus vidas se separarán y tan solo les quedará el recuerdo de ese instante vivido.
La princesa Anna de Vacaciones en Roma en Una sirena en París es Lula, la etérea sirena; Joe Bardley, el periodista de Vacaciones en Roma aquí es Gaspard Snow, un músico en bancarrota con el corazón destrozado; por descontado Roma es aquí París; incluso el fotógrafo amigo de Joe, Irving, podría ser aquí Henri; y sí, la famosa Vespa que mal conduce primero la princesa Anna y dirige con mano firme después Joe, es aquí un tuc-tuc con el que nuestros enamoradizos personajes pasean de un lado a otro de la ciudad de la luz.
Por suerte para todos nosotros, el imaginativo y fabulador Mathias Malzieu (Montpellier, 1974) escritor y líder de la banda Dionysos, entrega algo más que una copia de Vacaciones en Roma. Siento mucho esta pequeña introducción comparativa de la película con la novela, pero es que además de ser una de mis películas favoritas de todos los tiempos, sigo estando absolutamente fascinado por la gran Audrey Hepburn y esa historia escrita por Dalton Trumbo la llevo marcada a fuego en mi ser.
Pero hablemos de la obra.
En pleno mes de junio, el 3 para ser más exacto, las aguas del Sena suben por sorpresa y amenazan inundar París. Se rumorea que junto a los muelles están despareciendo personas. Allí está varado el Flowerburger, una barcaza restaurante sala de fiestas con privado donde el propio Gaspard tenía un pequeño show junto a The Barberettes, el grupo de coristas de la casa en la cual su plato principal eran las hamburguesas con flores, de ahí su nombre, que abrió Sylvia, la abuela de Gaspard.
Esa noche Gaspard escucha un canto de sirena, nunca mejor dicho, y acaba encontrando a una de ellas, la última de su especie, malherida en una de las orillas del Sena. Si dudarlo Gaspard la acoge en su casa, bueno, sería más concreto decir que en su bañera llena de agua y la cuida, aunque Lula, la sirena, solo piensa en matar al hombre con su canto melancólico destroza corazones.
Cuando esta se da cuenta que Gaspard, primero, no muere, y segundo, solo intenta ayudarla, cae rendida a su salvador y viven una historia que jamás olvidarán, desde el momento en que Gaspard decide y promete llevarla de nuevo al océano.
Por descontado que aparecen más personajes en la novela, siendo los más destacados Milena, que pierde a su amor Víctor por culpa del canto de sirena y solo quiere acabar con ella; Henri, el DJ del Flowerburger y Rossy, la vecina de Gaspard que ayuda al protagonista y que tendrá los rasgos físicos de Rossy de Palma en la versión cinematográfica del libro que se estrenará en marzo y que dirigirá el propio Malzieu.
Una sirena en París es una fábula, un cuento, un auténtico sueño, pero también un canto a la vida, un adelante, no tengamos miedo de nada, una búsqueda del perdón y un rayo de luz en un mundo tan oscuro. Malzieu no es solo un poeta, si no que se torna en un mago capaz de sacar de su chistera pequeños momentos mágicos para con ellos finalizar sus escritos de forma sensible, romántica y fascinante.
SALVA G.
Título: Una sirena en París / Una sirena a Paris
Autor: Mathias Malzieu
Traducción: Noemí Sobregués / Mireia Alegre
Editorial: Reservoir Books / Rosa dels Vents
Edición: 1ª edición, enero de 2020
Número de páginas: 237 pp.
I.S.B.N. 978-84-17910-11-2 / 978-84-17909-22-2