Diez años se ha tardado en publicar El truco desde su escritura, la que resulta ser la primera novela de Emanuel Bergmann(Saarbrücken, Alemania, 1972) otrora guionista cinematográfico, tanto en Hollywood como en su país de origen, actualmente ejerce de profesor de alemán, traductor y articulista tras, como dice él mismo, fracasar en la tierra prometida, es demasiado tiempo, hecho este que no entendemos tras la lectura del mismo.
Dos ciudades. Dos épocas. Dos personajes.
Berlín y Los Ángeles. 1934 y 2007. Moshe Goldenhirsh y Max Cohn.
Un anciano que pasa sus últimos días en una residencia y un niño de diez años en cuarto curso.
Un mago que ya no cree en nada y un niño dispuesto a creer en todo para salvar el matrimonio de sus padres que está a punto de naufragar. Los papeles del divorcio están sobre la mesa.
Dos historias que se unen en un punto de fuga y que desvelan el famoso truco que da título a la obra.
Emanuel Bergmann mezcla la fatídica realidad con pequeños toques humorísticos que dotan a la novela de un desparpajo y una frescura que resulta ser el mayor punto a su favor.
Moshe Goldenhirsh es judío, hijo de un rabino de Praga que por avatares del destino acaba en un circo haciéndose pasar por persa ayudando al mago principal para convertirse con el paso del tiempo en El Gran Zabbatini tras escaparse con la ayudante de su maestro. Paralelamente a la historia de Zabbatini y todas sus aventuras (acaba en un campo de concentración) Max intenta dar con él tras encontrar un vinilo de su padre mientras este hacía la mudanza para dejar el hogar familiar donde el famoso mago recita un conjuro para el enamoramiento, conjuro que Max no puede escuchar ya que el vinilo exactamente está rayado en ese punto y la aguja no hace más que saltar.
Ciertamente las dos historias son interesantes, la primera, la de Zabbatini por conocer la razón de su mal humor, y la de Max por saber si el famoso conjuro resultará. Gracias a la escritura de Bergmann, absolutamente cinematográfica, sus escritos se basan en imágenes concretas más que en palabras propiamente dichas (¿querrá hacer él mismo el guión para su paso a la gran pantalla?) conseguimos una fluidez de actos que transcurren a modo de rápidos capítulos que consiguen atraparnos desde el primer instante.
Personalmente antes que diera inicio a su lectura, me quedé prendado con su cubierta, la silueta del niño haciendo una reverencia con un sombrero del que emergen unas estrellas doradas recuerda sin ninguna duda a Peter Pan, su sombra y su mágico mundo y aunque hace muchos años que maduré, creo que siempre queda en nosotros algo del niño que una vez fuimos.
El truco es una excelente novela de aventuras, Max bien podría ser uno más de Los Goonies, pero también es un duro relato sobre el holocausto alemán y sus atrocidades y la primera guerra mundial, todo ello envuelto en un humor inteligente. El humor es una cosa muy seria. Y un alegato a la magia, parte fundamental en la historia.
Nos quedamos con ganas de más, no tanto de saber de Max o Zabbatini, si no de la obra en general del autor, pero deberemos esperar a que Bergmann entregue su segunda obra y esta vea la luz para poder disfrutar de su genio, si antes no realiza el guión de la película y disfrutamos de ella en pantalla grande.
Sorprendentemente bella. Como la vida.
SALVA G.
Título: El truco/ El truc
Autor: Emanuel Bergmann
Traducción: Carmen Gauger / Albert Vitó i Godina
Editorial: Anagrama / La Campana
Edición: 1ª edición, septiembre de 2017 / agosto de 2017
Número de páginas: 330 pp. 384 pp.
I.S.B.N. 978-84-339-7990-2 / 978-84-168-6327-3