En 1993 se publica Trainspotting, que no se
traducirá al español hasta 1996 (Anagrama). La novela fue llevada al
teatro y después al cine por el director inglés Danny Boyle. El libro,
escrito por un escritor escocés desconocido hasta entonces, Irvine
Welsh, tuvo millones de ventas en todo el mundo. La novela era dura, ya
no por el contenido, que también, sino por la forma de la narración,
hiperrealista y a veces extrema. Era la historia de unos jóvenes de un barrio
de Edimburgo, Leith, que representaban a una juventud lastrada y exterminada
por la heroína.
La historia era conmovedora, así
como los arquetipos que representaban todos sus personajes: Mark
Renton, Spud, Sick Boy, Begbie y todos los demás secundarios. Fue uno
de esos libros leídos por lectores habituales y por gente poco acostumbrada a
leer, antes y después de la película. Y como Irvine Welsh tenía mucho más que
decir, en 2014 salió una novela titulada Skagboys (skag significa jaco en
argot), que es una precuela de Trainspotting.
Skagboys es algo así como los
orígenes de Trainspotting, en donde Welsh nos presenta a los personajes mucho
más jóvenes. Pero a la vez es un retrato social magnífico que nos traslada al inicio
de la época de los ochenta, cuando Margaret Thatcher aplica sus
políticas neoliberales de recortes y estallan las huelgas mineras y el paro
empieza a subir exponencialmente a la vez que se suprimen subsidios y ayudas.
Ciudadanos de barrios y ciudades enteras se quedan sin sus fuentes de ingresos
y el alcohol y las drogas campan a sus anchas entre las clases obreras.
Skagboys es igual de dura que Trainspotting,
si no más, y se narra desde varios puntos de vista. Las voces narrativas se van
intercalando entre los diversos capítulos, narrados mayoritariamente en primera
persona, si bien los que hablan son alternativamente Renton, Spud, Sick Boy o
Begbie. Hay algunos capítulos hechos con la técnica del narrador omnisciente e
incluso diversos pasajes que son transcripciones del diario de Mark Renton
mientras está recluido forzosamente en un centro de desintoxicación con sus
colegas.
La novela nos cuenta cómo Renton se
encuentra entre dos mundos, su barrio y la universidad, que finalmente
abandona. Spud pierde su trabajo de siempre en una empresa de mudanzas y su
mundo se desmorona. Sick Boy es un depredador sexual y el tiempo no le da para
otras cosas, salvo para la heroína, igual que sus amigos. Begbie no se ve
atraído por las drogas, pero va camino de convertirse en alcohólico. Si bien es
un chico de la calle que se maneja bien en el barrio, su carácter
extremadamente violento hace pensar que dentro de él hay encerrado un
psicópata.
Todos ellos, empujados por el
ambiente, se convierten en incomprendidos buscavidas, relegados a la más
inmisericorde marginalidad y desde luego alejados de sus familias, que no
entienden qué es lo que han hecho mal en la educación de sus vástagos. Por si
fuera poco, la novela pasa por encima del fenómeno hooligan, que añade sus
dosis de violencia gratuita sobre una obra coral que a la vez es testimonio
real de la historia de una generación y que si bien Welsh sitúa en Escocia,
podría haber ocurrido en cualquier otra parte cambiando la minería, el fútbol y
ese resquicio independentista escocés por otros factores igualmente
determinantes.
La historia de Trainspotting no
termina con la precuela, Skagboys, ya que Welsh ya había publicado Porno
en 2002 (traducida por Anagrama en 2005), que es la secuela de Trainspotting,
en la que los mismos personajes vuelven a interactuar de forma aterradora,
sobre todo cuando Begbie entra en escena. Y sin embargo al lector, a pesar de
la dureza, a pesar de la crudeza, no le queda más remedio que sonreír en
algunos tramos de las novelas, ya que el humor teñido de la más afilada
hilaridad no está ausente en ninguna de ellas.
Una saga digna de ser leída y
atesorada en las estanterías de cualquier lector que se precie, que no dejará
de investigar a este escritor y quedará enganchado por sus personajes que, por
cierto, aparecen en otros relatos y escritos del autor del que esperamos que
sigan traduciendo todo lo que escriba. Por favor.
Paco Gómez Escribano
Skagboys
Irvine Welsh
Editorial Anagrama
ISBN 978-84-339-7893-6
NÚM. DE PÁGINAS 672
COLECCIÓN Panorama de narrativas
TRADUCCIÓN Federico Corriente
Año 2014