Desde septiembre de 2020 hasta septiembre de 2021, debido a la pandemia que asoló el mundo, Bret Easton Ellis (Los Ángeles, 1964) grabó un podcast cada dos semanas. De él nació Los destrozos, una obra recurrente para el autor, quiso abrazarla en 1982, 1999, 2006 y 2013, pero jamás se vio con el ánimo de hacerlo, más por la imposibilidad de contar los hechos ocurridos aquel verano/otoño de 1981 en Los Ángeles desde el prisma de un adolescente, Ellis contaba con 17 años en aquella época, que por la terrible historia narrada en sí misma.
No ha sido hasta que Bret estuvo en el otoño de su vida, cuando por fin pudo recuperar aquella experiencia de aquel lejano otoño en donde dejó de ser feliz, como él mismo cuenta al inicio de su última novela de nombre Los destrozos.
Inicio que en sus primeras páginas encontramos el relato de un hombre adulto, para pasar al instante a verlo todo desde el prisma de un adolescente. Ellis mantiene las distancias de la época con una facilidad pasmosa.
Estamos en Los Ángeles. 1981. Bret está a punto de empezar el último curso de secundaria en Buckley junto a su exclusivo de sofisticado grupo de amigos: Thom, Susan y Debbie, novia de Bret. Sexo, drogas y alcohol inundan los últimos días de verano, pero también el curso que les llevará a un futuro mejor. Son niños ricos, viven en el lujo, libres e independientes de sus fantásticos progenitores, pero todo el mundo sabe que los ricos también lloran.
La llegada de un nuevo alumno a Buckley, Robert Mallory trastoca la apacible vida de los chicos.
Robert es brillante, guapo y carismático, un Dios griego, pero también guarda un oscuro pasado y un terrible presente. Sólo Bret repara en ello. Su llegada a la ciudad desde Chicago se solapa en el tiempo con la aparición del Arrastrero, un asesino en serie que amenaza a los adolescentes de la ciudad y a sus mascotas y que tiene un modus operandi típico.
Cuando Matt, uno de los amigos y amantes ocasionales de Bret aparece muerto en la piscina de su casa las alarmas se hacen más evidentes y la paranoia de Bret se acrecienta. Pero ni Thom, ni Debbie, ni mucho menos Susan, que se acerca peligrosamente a Robert, parecen darse cuenta.
El título es sumamente descriptivo de la novela. En ella encontramos los destrozos que causó en la vida de los protagonistas los violentos hechos de aquel otoño de 1981.
Los destrozos es ambigua, el autor no diferencia la realidad de la ficción, no hasta la nota final; violenta, tanto o más que su obra más conocida: American psycho; amoral en toda su extensión; delicada en su escritura gracias a la minuciosidad del autor por contar los detalles de cada una de las escenas, teniendo especial predilección por todo el lujo que rodea a los protagonistas; pero también deslumbrante, magistral y toda una declaración de amor, tanto a una época, los ochenta, como a un lugar: Los Ángeles. La ciudad se convierte en otro personaje más del relato gracias a esas detalladas explicaciones de Ellis.
Estamos ante la que sin duda es la mejor novela del autor, superando con creces a Glamourama (Ediciones B, 1999) la novela favorita del que esto suscribe, todo un viaje de iniciación del paso de la adolescencia a la edad adulta en una época en la que la música era una parte muy importante en la vida de las personas. Como el propio autor escribe al final del libro cuando el Ellis de 56 años retoma la palabra: “Si las canciones trataban, como pensé en su momento, sobre un niño que se convierte en hombre, también trataban ahora, para mí a los cincuenta y seis años, sobre un hombre que seguía siendo un niño”
Magnífica. Estimulante. Brillante.
Así es Los destrozos, la última novela del genio Bret Easton Ellis.
SALVA G.
Título: Los destrozos
Autor: Bret Easton Ellis
Traducción: Rubén Martín Giráldez
Editorial: Random House
Edición: 1ª edición, mayo de 2023
Número de páginas: 674
I.S.B.N. 978-84-397-4172-5