Juegos reunidos, la última obra de Marcos Ordóñez (Barcelona, 1957) retoma el tipo de historia que ya abordó en Un jardín abandonado por los pájaros (El Aleph, 2013) unas atípicas memorias, que si en aquella ocasión eran más familiares, en esta nueva incursión en su pasado, resultan ser más personales.
Como siempre en este tipo de libro, nunca sabemos dónde queda la ficción y la realidad, dónde se unen, y cómo confabula el autor para conseguir unos textos más excitantes. Es evidente que todo buen escritor necesita haber vivido una dramática historia para poder contarla y Ordóñez no es ajeno a ello. Sus vivencias en la Barcelona de finales y principio de los setenta resultaron más trascendentales para toda esa generación que la plana y aburrida vida de la Generación X, y son esos recuerdos los que Ordóñez cuenta en Juegos reunidos.
No es una narración continuada, todo lo contrario, de ahí entiendo el nombre del libro, son pequeños retazos vividos que juntos componen el juego de la vida, pero que todos ellos casan a la perfección en lo que el autor quiere contar: sus memorias.
Textos recuperados de su blog en El País, reescritos, reinventados o de nuevo cuño. Elegidos con una única condición: que resultaran memorialísticos. Rellenó la carencia de textos con aquellos que hablaran de manera especial de él mismo.
Marcos Ordóñez propone un viaje a otra época, a otra forma de ver las cosas, a las primeras experiencias, a los paseos nocturnos, a la excitación de la juventud, noches eternas, risas que resuenan de nuevo, juergas inacabables, y el nacimiento de una vocación, la de escritor.
SALVA G.
Título: Juegos reunidos
Autor: Marcos Ordóñez
Editorial: Libros del Asteroide
Edición: 1ª edición, enero 2016
Número de páginas: 308 pp. más el juego de la Oca
I.S.B.N. 978-84-16213-65-8
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