El 14 de septiembre de 1998, Penny Lane, una niña de 8 años residente en Lullaby Hills, apareció descuartizada en una arboleda que rodea la estación de ferrocarril del pueblo.
El 25 de diciembre del mismo año, Ricardo Santoro es declarado culpable del crimen más atroz cometido nunca en el pueblo.
Marcus Crane, fiscal general y abogado consigue que Santoro pague por lo que hizo. Pero el precio es demasiado alto.
Dos días después de dar por concluido el juicio, Crane abandona la fiscalía, su trabajo como abogado y se retira, además, su mujer se separa de él.
Un año después del final del juicio, Santoro es ejecutado en la silla eléctrica. Sus últimas palabras antes de freírse no fueron muy tranquilizadoras para Crane: “Algún día arderás conmigo en el infierno”
Ahora hará un año de la ejecución de Ricardo, y Crane es invitado al programa de su exmujer Sara O´Bryan para hablar de su nuevo libro, la historia que hubo tras ese convulso juicio.
Sara presenta un programa de televisión en prime time y siempre acaba machacando a sus invitados. Por supuesto tras dejar su vida en común con Crane tras nueve años de matrimonio, no le dará oportunidad para defenderse de sus ácidas preguntas.
Ahora que se cumple esa maldita efeméride, una ola de crímenes parece cebarse con los allegados de Crane, que día sí día también dice ver a Ricardo por la calle sonriéndole.
También ve cómo este acaba con la vida de sus pocos amigos a través de su propia televisión, como si de un macabro vídeo snuff se tratara.
Crane nunca debió aceptar ese caso Tampoco nunca debió llegar a la obsesión.
La última novela de Miguel Aguerralde (Madrid, 1978) resulta frenética en su inicio, devastadora en su mitad, y sorprendente en su final. Sí, posiblemente estemos ante uno de los mejores libros del pasado año, aunque haya caído en nuestras manos este 2019. Pero hemos disfrutado con su lectura como si lo hubiéramos leído hace un año. Es más, es tal su calidad, en general, no entraremos en pequeños errores puntuales, que si lo leyéramos en cinco o diez años, igualmente acabaría sorprendiéndonos como lo hizo este año Blade Runner que empezamos hace ahora seis días.
El terror que vive Crane cuando visualiza los asesinatos en su televisión, la brutalidad y frialdad con que Aguerralde los cuenta y la tensión que viven todos y cada uno de los protagonistas involucrados, no solo en la encarcelación de Ricardo, sino en su posterior ejecución, nos deja sin respiración durante toda la lectura de la novela.
Despiértame para verte morir es un thriller que haría sonrojar al mismísimo Michael Jackson, y que sin duda su paso al cine sería de Oscar.
Aplaudamos hasta que nos sangren las manos este Despiértame para verte morir y alabemos a su creador, Miguel Aguerralde, por hacernos sufrir con esas oscuras, retorcidas, macabras y sangrientas visiones. Lo reconozco, desde que la leí, miro con otros ojos a mi televisión apagada todas las noches por si se enciende ella sola y una risa macabra surge enn la oscuridad de mi pequeño pero acogedor piso del Eixample.
SALVA G.
Título: Despiértame para verte morir
Autor: Miguel Aguerralde
Editorial: Cazador de Ratas
Edición: 1ª edición, octubre de 2018
Número de páginas: 252 pp.
I.S.B.N. 978-84-948741-8-5
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