Érase una vez una mujer que lo tenía todo y un chico que no tenía nada.
¿Y si en realidad fuera al revés?
Margot, nombre real Ana Margarita Ortega Ortiz de Zarate, tiene 32 años, una cantidad aberrante de acciones del grupo hotelero de la familia, cargo en la junta, un piso en la Castellana de 300 metros, estudios en un internado suizo, secretaria personal, dos hermanas mayores y una madre demasiado estirada, además de viuda. Dinero no le falta, posición social tampoco, y trabajo menos. A sus 32 años la salud ni le importa. Pero...
David tiene 27 años, tres trabajos, dos de los cuales odia a muerte, vive en casa de un amigo, Iván, compañero de uno de sus trabajos, con Dominique, la novia del amigo y Ada la hija de ambos, duerme en el sofá y tiene una novia, Idoia, cañón, con la que hacer el amor resulta como si uno estuviera en una película porno perfecta. Pero...
Margot sale corriendo de su boda cuando un ataque de pánico le sobreviene, dejando a 500 invitados con un palmo de narices. Además de un novio, Filippo, italiano, alto, rubio, fuerte, el Iron Man de los novios tal y como le llamará después David, confuso, desorientado con su propia vida, preguntándose qué pasa en la vida de Margot para que tomase esa decisión.
La vida de Margot hasta ese momento era un cuento, con príncipe incorporado, pero había un problema, ella no quería ser la princesa de ese maldito cuento que le asfixiaba. Margot tenía todo, eso le hacían creer su círculo vital, pero en realidad no tenía nada.
David pierde a Idoia y cae en un agujero negro. Idoia es una diosa, la típica mujer que hace girar la cabeza a todos os hombres cuando pasan por su lado, pero David es poco para ella.
Es en el momento en que David y Margot se conocen en el bar donde el primero trabaja cuando da inicio el cuento perfecto que reza el título del libro.
Un libro que bien podía haber sido más corto, sus más de 600 páginas en un punto resultan hasta aburridas, pero que en su inicio y sobretodo en su desenlace resulta fantástico.
Realmente justo en el momento en que los protagonistas viajan de vacaciones a Grecia el libro hace que perdamos interés en él. Es en esos instantes cuando la novela me recordó a 50 sombras de Grey, aunque en este caso la millonaria es ella y no él, y el sexo que practican no resulta tan fetichista.
Pero debemos asumir que si descontamos esas páginas, la novela resulta divertida, fresca, dinámica, con unos personajes principales, David y Margot, que crecen en cada uno de los capítulos mientras buscan su voz personal, su sitio en el mundo y su propia libertad.
En definitiva todo un acierto por parte de Elísabet Benavent (Gandía, 1984), que en breve verá como la “saga Valeria” será a adaptada al formato serie este 2020 en más de 190 países por parte de Netflix.
Un cuento perfecto resulta a la postre una novela romántica (¿acaso todas las historias no lo son?) muy al estilo de las que mi añorada NoraEphron (1941-2012 Nueva York) escribió o dirigió en vida, donde las mujeres tienen una fuerte personalidad y luchan por hacer caer el jugo del patriarcado así como la búsqueda de su propia felicidad, dejando en el camino una vida feliz, pero no real (tanto Candela como Patricia, las hermanas mayores de Margot también tienen su propio cuento perfecto durante la novela y ambas dejan tras de sí una vida que no les llena lo suficiente como personas)
Alocada, ágil en su lectura, en parte debido a que ambos protagonistas toman la palabra simultáneamente, llena de amor, rebosante de sexo en su parte central, y aun tratando un tema tan banal, el regusto final nos hace pensar si en lo que estamos viviendo es lo que realmente queremos vivir.
SALVA G.
Título: Un cuento perfecto
Autor: Elísabet Benavent
Editorial: SUMA de letras
Edición: 1ª edición, febrero de 2020
Número de páginas: 635 pp.
I.S.B.N. 978-84-9129-191-6
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