dissabte, 1 de setembre del 2012
'El cementerio de la alegría' - Jose Antonio Castro Cebrián
José Antonio Castro Cebrián nació en Chipiona (Cádiz), en 1974. Actualmente tiene su residencia fijada en Alicante y pertenece a la “Asociación Valenciana de Escritores y Críticos Literarios”. Poeta y novelista, ha publicado entre otros trabajos los poemarios “Nostalgia” (1988-1992), “Algazara” (1995), “Canto a mi esencia” (1996), “Juan Triste (Metafísica del silencio)” (1998) o “Volanderas” (1999); las novelas “La Última Confesión” (Vía Magna, 2009) y la recientemente publicada “El cementerio de la alegría”, de mano del sello Martínez Roca, del Grupo Editorial Planeta.
El Cementerio de la Alegría está narrado en primera persona, en una especie de confesión de un anciano llamado Adiel, donde nos cuenta algo que le sucedió cuando era un niño. Todo arranca con la llegada de un extraño y enigmático personaje a la joyería que regenta su tutor, dejando este individuo en depósito una cajita en la joyería, con el mensaje de que no debe ser abierta. A raíz de ahí, los acontecimientos se desatan de manera vertiginosa en la vida del pequeño, siendo una sorpresa tras otra la que hace que descubra cosas del pasado de su padre que no esperaba, y cosas que le hacen comprender el valor de la vida en sí misma.
El Cementerio de la Alegría es más que una novela de suspense, o de misterio. Es, por así decirlo, una novela que contiene casi todos los ingredientes que hacen que un libro dure para siempre en la mente del lector. Hay amor, traiciones, aventura, hay miedo, hay sexo, dulzura, contradicciones, hay parábolas, enseñanza, hay filosofía, etc . etc.. Los personajes están tan bien trazados y con tanta maestría que desconciertan al lector en muchísimos momentos de la historia, ¿será el Francés un loco?, ¿Dulce está enamorada?, ¿qué es el cementerio de la alegría en la vida del poeta?, y ¿el poeta? ¿es el poeta en realidad el padre de Adiel?, ¿ha abandonado Donabella a su ahijado? …
Los secundarios de la novela son importantísimos, así como nos enseña la otra realidad de las personas, encadenados en perfección por el autor, aporta a la trama el valor exacto que tiene la amistad, el odio o la envidia entre todos los humanos.
Los accidentes por los que pasa el protagonista, el joven aprendiz de joyero, le hacen madurar a marchas forzadas, endureciendo su carácter y dejando atrás la niñez a la fuerza. La desesperanza que envuelve la historia y a la vez la esperanza del adolescente, junto a su pasado, al misterio de una llave, de los personajes, se redondea de manera genial por el desconocimiento del lugar donde todo ocurre, haciendo que sea el lector quien ubique a su antojo un punto en el mapa. Una genialidad.
El final del libro, es simplemente extraordinario, sorpresivo, inimaginable, con un giro insospechado que te hace meditar justamente con las primeras palabras que aparece en el mismo:
“Tengo la suficiente edad como para recordar aquello que quieran mis años salvar del triste olvido. La suficiente arrogancia como para perdonar todo aquello que nunca nadie se atrevería a imaginar. La suficiente malicia como para desfallecer y sentirme perdido si alguien me mira a los ojos y pregunta por aquellos días. En cambio, tengo la suficiente insensatez como para no dejar que el remordimiento muera conmigo y con mi juramento. Cuando te paras a pensar en el tiempo que ha pasado desde que eras un niño, no caes en la cuenta de que el alma también envejece. Un pedazo muy frágil de la vida sorprendentemente subsiste en la inocencia esperando con los ojos muy abiertos a que la ventana iluminada de la esperanza se vuelva a abrir. Mi historia es un grito que necesito marchitar y dejar escapar al abrigo del perdón. A veces uno no se cree lo que conoce de sí mismo hasta que no es capaz de contarlo a los demás”.
La primera emoción que me asaltó al cerrar el libro fue de una increíble desazón. Se había terminado. Es la novela que más me ha llenado de los últimos tiempos. Sin dudarlo la volveré a leer cuando pasen unos años y espero que ocupe su merecido lugar entre los grandes libros contemporáneos en lengua castellana.
María la Torre
Podéis leer la entrevista al autor aquí.
El cementerio de la alegría
José Antonio Castro Cebrián
Fecha de publicación: 2012
384 páginas
Idioma: Español
ISBN: 978-84-270-3888-2
Editorial Martínez Roca
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