Estamos ante un nuevo libro de autoayuda, aunque en este caso concreto deberíamos hablar de un libro de autocontrol, ya que en el fondo es eso lo que Christine Lewicki nos está pidiendo, un control sobre nuestras ganas de quejarnos constantemente, de tener un lamento en la boca, de estar en definitiva enfadados todo el tiempo de nuestro día a día.
Según ella, acreditada coach de empresa, conferenciante, responsable de desarrollo personal e instructora de grupo MasterMind, cada persona se queja diariamente entre quince y treinta veces, lo que resulta cansino, no tanto para la persona en sí, sino para todos aquellos que le rodean.
La vida es bella, y debemos disfrutar de ella cada instante de nuestra vida. Y decididamente el primer paso para ello es no quejarse por cosas que no resultan tener tanta importancia como le solemos dar.
Como decían Monthy Phyton: mira siempre el lado positivo de las cosas.
Esa frase resume a la perfección la esencia del libro.
La autora nos promete, si seguimos su particular via crucis, que en 21 días dejaremos de ser una persona amargada y nos convertiremos en un alegre cascabel. Al principio costará. Nada es fácil. Pero a la larga lo conseguiremos. Y seguramente tras ello no solamente seremos más felices nosotros, sino que los que nos rodean también lo serán. El ejemplo más claro que nos explica la autora, en primera persona, es la relación que tras esos 21 días comenzó con sus propios hijos.
En la coyuntura en la que se encuentra el país, Europa y el mundo al completo, inmerso en una crisis, resulta difícil no quejarse, ya sea por culpa de los políticos, los bancos, el trabajo, la pareja, e incluso por cualquier pequeña molestia que no puede ocasionar el levantarnos de la cama por la mañana ¿quién no se ha dado un golpe en el pie con la cama alguna mañana al despertar?, así que es un gran esfuerzo el conseguir no quejarse por algo. Pero Lewicki ofrece unas pautas para conseguir dejar de quejarnos y olvidarse del rol de víctima y pasar a ser amo de nuestros sentimientos.
Sí, hay muchos desafíos por hacer, el primero ahora que estamos a un paso de entrar en un nuevo año, dejar de fumar, pero ciertamente dejar de refunfuñar podría ser el primero en nuestra lista, más que nada por el hecho de que si todos estamos contentos y felices, el mundo sería más feliz, no es eso al fin y al cabo lo que soñaba Aldous Huxley.
Hay que recuperar la ilusión por vivir, aunque sea en este mundo, tener una actitud positiva con respecto a la vida, no amargar la vida a los que nos rodean, y modificar nuestra manera de percibir las cosas.
Creo que la frase mirar el vaso medio lleno, también podría resumir el libro.
Interesante y utópico desafío.
SALVA G.
Título: ¡Deja de refunfuñar!
Autora: Christine Lewicki
Ilustraciones: Lili La Baleine
Traducción: Montse Roca
Editorial: La esfera de los libros
Edición: 1ª edición, septiembre de 2012
I.S.B.N.: 978-84-9970-794-5
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