La novela plantea la nueva vida en clandestinidad de El Lobo treinta años después, en Dubai, convertido al islamismo bajo la identidad de Sharif gracias a la ayuda de su amigo Karim Tamuz, un joyero musulmán próximo al yihadismo.
No obstante, nadie escapa de su pasado, y la CIA acaba descubriendo la verdadera identidad de Sharif, cobrando especial relevancia el personaje de la agente Samantha Lambert, que tiene la misión de localizar y acabar con Bin Laden y su organización.
La narración empieza el 11 de septiembre de 2001, mientras la televisión mostraba como dos aviones llenos de pasajeros se estrellaban contra las torres del World Trade Center de Nueva York. A partir de ese momento, Fernando Rueda narra, con un ritmo trepidante y muy cinematográfico, la colaboración de Lejarza con Al Qaeda, las relaciones con sus dirigentes, las investigaciones de la CIA para encontrar a Bin Laden, las conexiones entre la mafia colombiana y el terrorismo islámico, los conflictos entre el FBI y la agencia central de inteligencia y el funcionamiento interno del CESID, entre otros temas que entran dentro del amplio campo del espionaje internacional.
Teniendo en cuenta que quien escribe el relato es considerado como el mayor experto español en esta temática, no es de extrañar que el lector tenga la sensación de que los personajes, los escenarios y las situaciones vividas podrían haberse dado en la realidad, lo que contribuye a dotar a la ficción del relato de una consistencia que atrapa irremediablemente al lector.
Por otra parte, no sólo debe destacarse la trama, ya que, en contra de lo que suele suceder en el género de espías, el autor dibuja perfectamente al hombre que se esconde detrás de El Lobo, sus conflictos psicológicos, la angustia de vivir amenazado por ETA, la esquizofrenia de quien debe cambiar constantemente de identidad para seguir viviendo, su capacidad para superar situaciones de peligro pero también, a la vez, su gusto por la buena vida, por las mujeres rubias, altas y delgadas y su amor a una familia a la que prácticamente no puede ver. Magnífico retrato en el que influye, sin duda, la amistad personal que el autor tiene con Mikel Lejarza.
No obstante, decíamos también al principio que se trataba de una novela que se inscribía en el género del espionaje, de modo que aquellos lectores que han disfrutado con las novelas de Graham Green, John Le Carré o Ian Fleming, encontrarán en “El regreso de El Lobo” un relato con todas las características propias del género aunque acentuándose el ritmo, la acción, el suspense, las sorpresas narrativas y la verosimilitud, ya que el personaje no destaca por sus cualidades como luchador, ni como tirador, ni por sus conocimientos científicos. Se trata de un hombre con una gran capacidad para vivir representando el papel que le interesa para la consecución de sus objetivos y con un especial sentido de la supervivencia, que utiliza su inteligencia para engañar, sugestionar, convencer o desconcertar, pero que no necesita empuñar ningún arma ni presumir del dominio de milenarias artes marciales. Y esto es lo que le hace próximo al lector, que no puede evitar situarse en la piel del protagonista acompañándole desde la primera hasta la última página.
En definitiva, una novela interesante, amena y bien escrita, una novela redonda.
Emilio González Bou
EL REGRESO DEL LOBO
AUTOR: RUEDA, FERNANDO
EDITORIAL: ROCA,EDITORIAL
ISBN: 978-84-9918-844-7
EAN: 9788499188447
AÑO: 2014
Nº PÁGINAS: 368
ISBN: 978-84-9918-844-7
Páginas: 368
Precio: 17.90 €
Fecha de publicación: 04/09/2014
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