El "Gatas salvajes" es un puticlub cerrado situado en Mataporquera, un pueblo del norte. También es el título de la última novela de la serie Bellón publicada en la colección Estrella Negra de la editorial Cuadernos del Laberinto, que ha apostado fuerte por el maestro. De hecho en la contrasolapa de la novela se anuncia la reedición de distintas novelas del autor, así que habrá que estar al loro.
Bellón vuelve a las calles, esta vez vigilando a unas putas que ejercen su oficio en un descampado sobre unos simples plásticos. Siempre encuentra a alguna mujer que ejerce una especie de fascinación magnética sobre él y que le lleva a meterse en problemas. Esta vez es Ángela, una dieciochoañera rumana que le contrata para que le lleve a un pueblo, precisamente Mataporquera. Al llegar allí, la chica le dice que le espere, que regresará en cuanto termine con un asunto. Tras horas de espera, la chica aparece corriendo, perseguida por unos tipos que finalmente la obligan a entrar en un coche sin que a Bellón le dé tiempo a hacer nada. A partir de aquí, dedicará todos sus esfuerzos a encontrarla.
Bellón sigue siendo el mismo, un solitario, hijo literario del Parker de Stark-Westlake, aunque sus pretensiones sean mucho menos ambiciosas. De hecho, él solo piensa en el día que le queda por delante, a veces ni eso, a veces solo contempla el horizonte de la siguiente hora. Y para ello lo mismo hace de escolta, de matón o de cobrador de morosos, le es totalmente indiferente. Es un tipo pragmático, un profesional que llevará hasta el final cualquiera de sus trabajos, aunque sean tinglados de poca monta. Su territorio son los bajos fondos. En ellos se mueve como pez en el agua. En "Gatas Salvajes" siguen apareciendo garitos tan emblemáticos en la literatura de Julián como "El elefante blanco" o el "Menta y canela", y secundarios como Azucena, esa policía a la que vende información por uno o dos billetes.
Julián Ibáñez es quizás el mejor escritor de novela negra que nos queda de aquella generación de la transición, que debería estar plasmada en los libros de texto escolares. Al maestro de maestros no le interesan las tramas complicadas ni los enigmas sofisticados. A él solo le interesan sus personajes y sus territorios. Si dividimos a la sociedad en estratos, Julián nos ha regalado ya muchas novelas dedicadas a hablar sobre el más bajo estrato social enmarcado geográficamente en Madrid, en barrios como Fuenlabrada, Móstoles o San Blas. Pero también lleva sus historias a ambientes rurales. Nos ha enseñado timbas ilegales y puticlubs en la Mancha y los bajos fondos de Bilbao o Santander. En la memoria nos quedan personajes como Novoa o policías que no contentos con sus sueldos deciden cruzar la línea entre la ley y el delito o últimamente Bellón, experto en líos, experto en salir de najas y cambiar de ciudad en cinco minutos.
Julián es un experto en trasladar el Hard Boyled americano a territorio nacional. Escribe fácil, lo que no es nada sencillo. Y es reconfortante que por fin una editorial haya decidido apostar por él en la medida de sus posibilidades.
Últimamente ha recibido homenajes, como el de la Asociación Novelpol o el del Encuentro de las Casas Ahorcadas de Cuenca, algo que le agrada y le mosquea a la vez porque "cuando a uno le dan homenajes, chungo" -según sus propias palabras-. Una de las cosas más importantes para mí ha sido compartir con él alguna mesa redonda y conocerle por fin personalmente después de admirarle y leerle en silencio, de considerarle uno de los mejores autores de novela negra y no terminar de comprender la poca consideración institucional que se le otorga, la poca, aunque fiel y constante, masa de seguidores que se han dado cuenta de sus aptitudes como escritor, todo ello llevado por el maestro con una modestia y una sencillez poco común.
Paco Gómez Escribano
Gatas salvajes
Julián Ibáñez
Cuadernos del laberinto
Colección ESTRELLA NEGRA
180 páginas
I.S.B.N: 978-84-944036-3-7
Año 2015
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