Gaudí. La última catedral de Europa, la última obra de Luis Racionero (La Seu D’Urgell, 1940) tras su análisis del mercado del arte actual en su anterior libro Los tiburones del arte (Stella Maris, 2015) se adentra nuevamente al arte, aunque en este caso en mayúsculas, puesto que cuenta de forma novelada la vida y obra del mayor artista que dio este pequeño país llamado Catalunya: Antoni Gaudí.
Desde su nacimiento en 1852, hasta su fatídica muerte en 1926 atropellado por un tranvía en el cruce de la Gran Vía con la calle Bailén de Barcelona. Aquí Racionero detalla la vida del arquitecto, máximo representante del modernismo catalán. Sus obras, incomprendidas en su época y alabadas en nuestro tiempo, fueron, son y serán un espejo en el que proyectar nuevas obras, todas ellas absolutamente originales, que como bien decía el propio Gaudí, original es buscar el origen de las cosas, algo que él hizo desde primera instancia en sus proyectos, basando sus obras en la naturaleza.
Racionero crea una ficción bajo el prisma de una historia real, y alejándose de la biografía más típica. Consigue nuestra atención dejando de lado las extensas y soporíferas explicaciones que podrían desviar nuestra mirada del libro y lo que es peor, alejar nuestra mente del texto, introduciendo múltiples diálogos, todos ellos amenos, divertidos y por supuesto, didácticos.
Así por sus páginas aparecen unos jóvenes Josep Pla y Pablo Picasso, su amigo Eduard Toda, su escasa familia: padre, madre, hermano, hermana y sobrina, Francesc, Antònia, Francesc, Rosa y Rosa respectivamente, personalidades de la época: Josep Maria Bocabella, promotor del templo de la Sagrada Familia, Francesc de Paula Villar, el arquitecto original del proyecto, suya es la Cripta original del templo, Teresa Desvilars y Pepeta Moreu, sus dos grandes y fallidos amores, y por supuesto, su gran mecenas, alguien tan loco como él, capaz de poner dinero para realizar sus extravagantes obras sin ni tan siquiera ver uno de sus planos dibujados, Eusebi Güell.
En sus páginas se constata el cambio sufrido por Gaudí desde su infancia y adolescencia en su pueblo, hasta su vida casi en la indigencia cuando fue atropellado por el tranvía, pasando por sus ideas anarquistas, su vida bohemia, su dandismo refinado, su aprensión a la religión y por supuesto su genialidad. Cómo alguien que renegaba de la religión católica acabó construyendo el mayor templo dedicada a ella es la base fundamental de la novela.
Gaudí, la última catedral de Europa, no solo interesará a los futuros arquitectos, o delineantes, no olvidemos que Gaudí trabajó como tal antes de tener el título de arquitecto para nada más y nada menos que Francesc de Paula Villar, si no que para los amantes de las biografías también puede resultar fascinante, en tanto en cuanto sin quererlo, Racionero traza una biografía novelada de exquisita verisimilitud en sus páginas.
Para alguien que pasó parte de su infancia jugando, primero, con su padre en la plaza de la Sagrada Familia, y después, con su abuelo en el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau (pude volver a revivir aquellos años con la excelente La voz invisible de Gisela Pou) es todo un placer reencontrarse con la figura de Gaudí en la última novela de Luis Racionero.
SALVA G.
Título: Gaudí. La última catedral de Europa
Autor: Luis Racionero
Editorial: Stella Maris
Edición: 1ª edición, marzo de 2016
Número de páginas: 372 pp.
I.S.B.N. 978-84-16541-46-1
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