Que el “True Crime” está de moda es algo que ya nadie duda. El ser humano siempre ha sentido una curiosidad morbosa por conocer los detalles de cualquier suceso macabro. Véase, si no, los atascos que se forman en las carreteras a raíz de cualquier mínimo accidente, para intentar vislumbrar si ha habido víctimas mortales, heridos, contusionados, o al menos decidir a nuestro libre albedrío y sin juicio previo de quién ha sido la culpa, ya saben, tenía que ser mujer y esas cosas. Y en la carretera no estamos hablando de crímenes, en los que, además, interviene un componente tan sugerente como la maldad. Imagínense, pues, lo atraídos que podemos llegar a sentirnos por conocer todos los detalles de un asesinato. Más aún, por conocer todo acerca de la víctima y su, o sus, asesinos. Sin duda, ese es uno de los grandes atractivos de la novelas de detectives, policiaca y negra, en todas sus variantes. Saltar de casos de ficción a casos reales era un paso lógico e inevitable.
Habrán oído hablar del crimen de
la Guardia Urbana de Barcelona. Durante un tiempo aparecía en todos los medios
de comunicación. Era imposible abstraerse de ello. Un policía, asesinado y
quemado dentro de su coche por su pareja y por el ex novio de esta, también
policías. La investigación fue relativamente rápida. Más tarde llegó el juicio
y vuelta a empezar. En esto, llegó el puñetero virus y todo pasó a un segundo
plano. Pero sí, seguro que lo recuerdan.
Solo tú me tendrás es el relato preciso de las circunstancias que
llevaron a Rosa Peral y Albert López a acabar con la vida de Pedro Rodríguez. Una investigación
minuciosa, cuidada hasta el más mínimo detalle, como solo puede hacer la
policía o un buen periodista como Toni
Muñoz, el encargado de informar del caso a los lectores de La Vanguardia. Muñoz se entrevistó con
los protagonistas, viajó al lugar de los hechos, estudió a fondo los
expedientes y atestados policiales, todo lo que se generó alrededor de un
suceso tan truculento como absurdo y, en apariencia, inexplicable,
involucrándose de tal modo que, según él mismo reconoce, llegó un momento en
que quitaba horas a su familia para dedicárselas a la investigación. En el
epílogo, explica que escribir este libro fue un ejercicio de liberación, que
necesitaba resetear de nuevo su mente, quitarse de encima toda la mugre que el
caso le había generado.
Es, realmente, un caso apasionante, plagado de detalles sorprendentes y giros que, a veces, tendrían difícil encaje en una novela. Ya saben, la realidad acaba superando a la ficción. Nadie lo vio venir, a pesar de las numerosas señales que deberían haber puesto en alerta a profesionales habituados a lidiar con este tipo de casos. Pero ¿quién iba a pensar que esto podía ocurrir, que dos compañeros en los que confías cada vez que sales a jugarte la vida van a hacer algo así? No quiero entrar aquí en detalles para no desvelar aspectos que es mejor descubrir a su debido tiempo, con la lectura atenta de Solo tú me tendrás. Simplemente, decir que todo giraba en torno a la personalidad de Rosa Peral, una joven fría, calculadora y capaz de mentir y matar sin sentir ningún tipo de remordimientos, pero en el fondo aquejada de graves problemas de autoestima, control y afectividad.
Alberto Pasamontes
Solo tú me tendrás
Toni Muñoz
Península Realidad
Nº de páginas: 304
ISBN: 9788499427911
Año de edición: 2019
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