Y eso es todo lo malo que se puede decir de esta novela. Por
decir algo, ya que tampoco molesta.
La novela comienza con el descubrimiento de un cadáver
momificado en una villa catanesa semi abandonada. En realidad, todo comienza
antes, hace casi sesenta años, que es cuando ese cadáver se convierte en tal.
La subcomisaria Vanina Garrasi, consciente de que la mayoría de personas
relacionadas con el crimen deben estar ya criando malvas, recurre a la ayuda
del jubilado subcomisario Patané, encargado del caso en su momento, ante la
imposibilidad inicial de hallar ningún hilo del que comenzar a investigar.
Garrasi cuenta también con la ayuda de un equipo de policías bastante
competentes, cada uno de ellos con una personalidad bien definida, algo que es
muy de agradecer y que me llevó a recordar felizmente a las novelas de Fred
Vargas o Antonio Manzini. La subcomisaria se hace con el lector desde el primer
momento. Es eficiente y justa en su trabajo. Arrastra un par de traumas que no
le dejan ser del todo quien querría ser. O estar con quien realmente querría
estar. Estamos en Italia, en Sicilia, y la sombra de la mafia está siempre
presente, como esa arena negra del título. Aunque no es un elemento fundamental
de la trama, al igual que ocurre con esta. Quizás en otros títulos de la serie
tome más protagonismo, quién sabe.
Cristina Cassar maneja la trama de forma contundente mediante
una construcción clásica llevada a cabo con eficacia. Una prosa sin artificios,
honesta, con toques de humor que de vez en cuando utiliza para poner sobre el
papel reinvindicaciones que el lector asume inmediatamente de buena gana, como
ese momento en el que, uno de los personajes, llama señorita a Garrasi y deduce
que quien le acompaña, uno de los hombres a su cargo, es el subcomisario. En
ningún momento pone la violencia ante nuestros ojos, aunque sí vemos los
resultados de la misma, algo que se convierte en un signo fresco y distintivo
dentro de un género como el negro. La ambientación es un aspecto que tampoco
descuida la autora (de nuevo la arena), y nos muestra detalles de la sociedad
siciliana que sitúan al lector en el contexto adecuado, como que nunca hay que
llamar a la hora de la siesta, el chismorreo siempre presente, incluso entre
los miembros de la policía, o el amor por la gastronomía de la isla, algo que
podemos ver también en muchos otros autores mediterráneos, léase Camilleri,
Vázquez Montalbán, Julio C. Cano o Petros Markaris, por poner solo unos pocos
ejemplos.
En resumen, una autora y una novela interesantes que siguen
la estela de varios de los grandes autores europeos de novela negra, añadiendo
características propias que enriquecen la experiencia. Habrá que seguir de
cerca a Vanina Garrasi y Cristina Cassar.
Alberto Pasamontes
Arena negra
Cristina Cassar
Duomo Ediciones
Año 2022
ISBN: 9788418538292
Traductor: MONTSERRAT TRIVIÑO GONZÁLEZ
Nº de páginas: 432
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