Francisco Rubio, utilizando el seudónimo de Jon Lauko, nos sorprende con una segunda novela, ganándose un espacio en el genero de novela negra rural.
El autor, de origen aragonés y residente en Barcelona, ha ejercido como catedrático de matemáticas en diversos institutos y como profesor de álgebra de la Escuela de Caminos de la ciudad Condal. Discípulo de José Antonio Labordeta, reconoce que el maestro le transmitió la pasión por leer y escribir.
En su bibliografía, además de publicaciones de carácter profesional, consta un libro de viajes titulado “Viaje a la Comunidad de Albarracín” y una primera novela “Donostia” publicada en editorial Meteora, año 2011, thriller ambientado en el País Vasco durante los primeros años de la transición. Actualmente, el autor está trabajando en la segunda parte.
“Barrendero, enterrador, ferroviario” se desarrolla en los duros y grises años de la posguerra española, en la población de Albónica. Agapito, el protagonista principal, desempeña tres empleos para sobrevivir: barrendero, enterrador y ayudante de guardagujas en una pequeña estación de tren.
Muere una niña, supuestamente atropellada pero, Agapito, a pesar de sufrir crisis de aislamiento por lo que sus vecinos lo etiquetan de hombre de pocas luces, sospecha. Sentado en la cama donde ha muerto su madre y liando un cigarrillo en la penumbra de la alcoba, Agapito piensa en la niña atropellada. Tiembla de frío a pesar del grueso edredón que lo cubre y se dice: un ángel pide justicia y la tendrá.
Junto a su amigo, el cabo Antero, inicia las pesquisas para encontrar la resolución del enigma. Uno conduce el asunto de modo práctico, el otro de modo oficial, constituyendo una nueva pareja de personajes, frecuentes en las novelas negras.
Como la caída de fichas de un dominó, la primera muerte conduce a otra, pero Agapito y Antero no estarán solos en sus pesquisas, Felicitas la telefonista y todos los personajes de la novela participarán en la resolución del caso, como elementos de una ecuación en la que el lector debe calcular el valor de la equis.
Jon Lauko dibuja con esta novela el retrato de una época, las costumbres de un pueblo y sobre todo el paisaje rural de los años cincuenta. La acción se desarrolla en las cantinas de la estación, entre vías, túneles y en el interior de las modestas viviendas de sus personajes.
Al igual que los trenes pasan por Albónica, el lector emprende un viaje hacia el pasado, siente el calor de las estufas de carbón, el aroma limpio del bosque en invierno y sintoniza con Agapito, hombre humilde y generoso, pobre como las ratas, delgado como un silbido pero limpio como la espalda de un violín.
GRISELDA MARTIN CARPENA
Barrendero, Enterrador, Ferroviario
Jon Lauko
Ediciones Atlantis
Primera edición: octubre 2012
ISBN: 978-84-15449-92-8
176 páginas
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