Alguien tenía que novelar la vida de Jean Leon (Santander, 1928 – Los Angeles, 1996) ya que sin ningún tipo de duda su vida fue una auténtica novela, y finalmente quien se llevó el pato al agua fue el periodista y escritor Martí Gironell (Besalú, 1971).
Tras la biografía de Sebastián Moreno en 2002 publicada por Ediciones B y el documental 3055. Jean Leon de Agustí Vila en 2006 ahora llega el libro de Gironell para llenar ese vacío que había entre la seriedad de la biografía y la veracidad del documental.
Es cierto que Gironell elige unas pocas anécdotas en la vida de Leon para escribir su novela y se centra en esas vicisitudes vividas por el santanderino en suelo americano desde el momento en que se esconde en un barco en 1949 que parte desde el puerto europeo de Le Havre rumbo a la tierra prometida y conoce a un marinero que le ayudará durante la travesía, hasta enero de 1981 cuando el mismo Leon regresa a ese puerto que le vio partir en busca de aquel marinero que le ayudó desinteresadamente para agradecerle su labor.
En esos treinta y dos años, Gironell cuenta cómo Ángel Ceferino Carrión Madrazo deja su Santander natal tras arder su casa en el gran incendio de 1941 para trasladarse con su familia a Barcelona y cómo de allí emigra a París durante la vendimia y de allí un día decide marchar a Estados Unidos en busca de una nueva y mejor vida que la que le ofrece España.
Allí durante un breve periodo de tiempo cambia su nombre por el de Justo Ramón León Buenavida y más tarde pasa a llamarse definitivamente Jean Leon, nombre con el que consiguió la fama que tanto anhelaba desde su llegada a Estados Unidos.
Conoce a Sinatra, entra a trabajar en su restaurante, conoce a James Dean con quien congenia y decide montar un restaurante como socios, La Scala, en donde las estrellas de Hollywood tienen un sitio a donde comer, beber y sentirse cómodos. Leon es un confidente y Newman, Beatty, Taylor o los Kennedyson asiduos al establecimiento. Decide plantar y hacer un vino que poder servir en su restaurante y lo hace en el Penedés. Con sacrificio, esfuerzo y una maleta llena de sueños e ideas consigue hacerse un nombre en un mundo que le es ajeno pero su fuerte mentalidad ganadora y su tesón le lleva a lo más alto: durante la toma presidencial del 40º presidente de los Estados Unidos el 20 de enero de 1981, en aquella ocasión Ronald Reagan, se sirvió uno de los vinos de Leon, un Gran Reserva de 1975 y es que Jean conocía a Reagan desde su etapa de actor junto a James Dean.
La vida de Cefe, como le conocía su familia estuvo plagada de acontecimientos novelescos, siendo el más destacado sin duda la última cena que sirvió en su propia casa a Marylin Monroe antes de que esta apareciera muerte al día siguiente en el mismo lugar.
Sí, Jean Leon tuvo una vida de novela y La fuerza de un destino es la muestra de ello. Podría haber estado mejor, sin duda ahondar más en algunos aspectos de su existencia hubiera sido más completo, y aunque en algunos momentos la novela resulta más un telegrama que una historia, podemos asegurar que esta ofrece una mirada global a la vida y milagros de Leon.
Un último vértice para completar ese triángulo que resultan ser la biografía, el documental y esta novela para conocer más a este increíble personaje y su historia.
SALVA G.
Título: La fuerza de un destino / La força d’un destí
Autor: Martí Gironell
Traducción: Josep Escarré del catalán
Editorial: Planeta / Edicions 62
Edición: 1ª edición, marzo de 2018 / 1ª edición, febrero de 2018
Número de páginas: 297 pp. / 320 pp.
I.S.B.N. 978-84-08-18310-5 / 978-84-66423-618
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