La familia Sackler.
Menuda familia.
Y me quejo yo de la mía. Sin razón de peso para ello. Y más después de leer El imperio del dolor.
El apellido Sackler adorna las paredes de las instituciones más distinguidas: Harvard, el Metropolitano, Oxford, el Louvre... Es una de las familias más ricas del mundo, benefactora de las artes y las ciencias. El origen de su patrimonio siempre fue dudoso, hasta que salió a la luz que lo habían multiplicado gracias al OxyContin, un potente analgésico que catalizó la crisis de los opioides en Estados Unidos.
El imperio del dolor empieza en la Gran Depresión, con la historia de tres hermanos dedicados a la medicina: Raymond, Mortimer y el infatigable Arthur, dotado de una visión especial para la publicidad y el marketing. Su buen hacer, contribuyó con creces a la fortuna familiar ideando la estrategia comercial de Valium, un revolucionario tranquilizante. Anteriormente la empresa William Douglas McAdams había tenido un éxito con Librium unos años antes, también para los laboratorios Roche, y para más inri, ambos medicamentos de la categoría de los tranquilizantes menores.
La forma en que lo consiguieron mezclaba mentiras, trapicheo, hostigamiento, anuncios en revistas especializadas (muchas de ellas bajo su nómina), informes científicos que garantizaban su inofensivo uso, y para rematar buena mano hasta con la FDA (la Administración de Medicamentos y Alimentos estadounidense)
Pero no fue ha hasta 1996 cuando lanzó el OxyContin al mercado que no empezaron a ganar dinero. El fármaco fue lanzado a través de la empresa farmacéutica Perdue Frederick, adquirida en 1952 por Arthur para sus hermanos y renombrada años después a Perdue Pharma.
Se estima que durante los años 2008 y 2016 los beneficios de la empresa fueron de 4.300 millones de dólares. Solo con la venta del OxyContin. En dos décadas sus arcas engordaron con 35.000 mil millones de dólares.
El 30 de octubre de 2017 veía la luz en The New Yorker un artículo titulado “La familia que levantó un imperio con el dolor” escrito por Patrick Radden Keefe (Bruselas, 1977) autor de la aclamada No digas nada (2020) con un subtítulo explícito a la vez que acusatorio: “La despiadada comercialización de analgésicos por parte de la familia Sackler ha generado billones de ingresos...y millones de adictos”. Habría que añadir también que de esos adictos no menos de 500 mil murieron debido al OxyContin.
Radden Keefe empezó a investigar para este libro un año antes de que apareciera su artículo en TheNew Yorker, gracias al cual la reputada fotógrafa Nan Goldin (Washington, 1953) que leyó dicho artículo, comenzó a hacer campañas para que las instituciones artísticas y educativas que se habían beneficiado de la generosidad de la familia Sackler rompiera sus lazos de unión. Una aclaración: Goldin estaba enganchada al fármaco.
Fue un duro golpe para la familia. Pero lo peor estaba por llegar.
En 2018 diversos fiscales estatales dejaron de encausar a la farmacéutica y pasaron a encausar a la familia directamente.
Nadie se salva en el libro de Keefe. Ni la familia, ni las farmacéuticas, ni la FDA.
Dopesick es una serie creada por Danny Strong donde adapta el libro de Beth Macy. Para el que no la haya visto, que por favor se tome su tiempo y lo haga. Narra en imágenes lo que Keefe cuenta con palabras en El imperio del dolor y resulta un complemento directo a la lectura de este libro.
Sinceramente, leer El imperio del dolor acaba por doler. Se nos parte el alma al comprobar la ambición y lo despiadado que puede llegar a ser el ser humano por dinero.
Pongámonos en pie y demos un caluroso y sonoro aplauso a Patrick Radden Keefe no solo por su trabajo de investigación, Woodward y Bernstein estarían orgullosos de él, sino por su valentía a la hora de enfrentarse a una de las familias más poderosas, no solo de Estados Unidos, sino del mundo entero y salir airoso de ello.
SALVA G.
Título: El imperio del dolor
Autor: Patrick Radden Keefe
Traducción: Albino Sánchez, Francesc Pedrosa y Jesús Negro
Editorial: Reservoir Books
Edición: 1ª edición, septiembre de 2021
Número de páginas: 686
I.S.B.N. 978-84-18052-49-1
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