The Black Crowes revolucionaron el rock a principio de la década de los noventa con la publicación de Shake your money maker su primer disco como banda que este año 2021 vio nuevamente la luz en su edición 30 aniversario (en realidad hace 31 años que se editó, pero la pandemia retrasó, primero, la edición del disco, y después, la gira de celebración de tal efeméride) con canciones como Jealous again, Hard to handle, Twice as hard o She talks to angles, todas ellas singles de un exitoso primer disco.
Con él subieron como la espuma.
Con The southern harmony and musical companion,
su segunda obra de estudio, llegaron a lo más alto. La inclusión de un nuevo
guitarrista, Marc Ford, y un teclista, Eddie Harsch hizo
que su sonido se expandiera hasta cotas inimaginables.
Ese disco les trajo por primera vez a Barcelona. Una
abarrotada sala Zeleste rendía pleitesía a los músicos.
Aquella fría noche de 1992 una magnífica banda de rock, interpretaba en vivo un
excelente listado de canciones. Horas después del concierto, los hermanos Robinson subieron
al techo del autocar de gira de la banda e interpretaron para unos pocos allí
reunidos un pequeño set acústico, creando con ello una auténtica leyenda
urbana. Un servidor estuvo en Zeleste, pero no en el set sobre el autocar.
Por suerte para mí sí que pude cruzarme con la banda (casi al completo, Rich Robinson,
guitarra y hermano pequeño de Chris, cantante del combo se quedó en
el hotel) paseando por las Ramblas de Barcelona el día del concierto y tras
comprar un disco de ellos y pedir prestado un rotulador correr para conseguir
unas firmas y unas fotos. Lo primero fue posible, lo segundo no. Aquel invierno
de 1992 los selfies aún no eran trending topic.
Dos años largos después de aquel día, la banda editó
su tercer disco: Amorica (el disco con la portada del número
del bicentenario de Hustler de julio de 1976). El inicio del
declive. Hasta hoy han editado diez discos de estudio, dos de ellos inéditos
(esto es, no se editaron cuando se grabaron sino que lo hicieron tiempo
después) un acústico que pone los pelos como escarpias, cinco directos
oficiales y uno a pachas con el todopoderoso Jimmy Page,
guitarrista de Led Zeppelin. Infinidad de músicos han
pasado por la banda desde sus lejanos inicios cuando su nombre era todavía Mr.
Crowe´s Garden, pero tan solo tres de ellos han grabado todos y cada uno de
esos discos. Los hermanos Robinson, Chris y Rich,
cantante y guitarrista respectivamente del grupo y Steve Gorman,
batería de la banda.
Es este último el que cuenta, en su nuevo libro, con
la inestimable ayuda del periodista musical Steven Hyden,
al más puro estilo Reginald Perrin, la caída y el auge
de la banda, aunque en su caso quiso llamarlo: vida y muerte.
Tal y como dice él mismo al final del magnífico libro,
esta es su historia y con toda probabilidad cada una de las partes integrantes
de la misma tendrán una completamente diferente que contar, pero válida de
todas todas.
Gorman cuenta en Difíciles de
manejar (Hard to handle) Vida y muerte de The Black Crowes infinidad
de jugosas anécdotas, tanto para los amantes de la banda en particular como
para los melómanos y mitómanos en general. Con todo respeto, carga contra
infinidad de grupos y son muchos los que pasan a lo largo de estas 400 páginas
repletas de vivencias. Oasis, ZZ Top, Led Zeppelin con
sus dos grandes cabezas pensantes: Jimmy Page y Robert Plant (el
tío Bob para el batería) Aerosmith, Neil Young, Nirvana,
Guns and Roses, The Rolling Stones...y
hasta Bruce Springsteen y Sting. Amén
de contar los vaivenes con los que tuvo que lidiar desde el inicio de la banda
por las desavenencias de los hermanos, sus continuas peleas y sus malos modos.
Cocaína, marihuana, , alcohol...culpables de muchos de
los problemas que arrastró la banda durante toda su historia, pero lo que acabó
con el grupo según cuenta Gorman fueron las peleas y las
diferentes visiones que ambos hermanos tenían. Es más, al igual que Charlie Watts,
batería de The Rolling Stones, Gorman siempre
fue el que mantuvo unidos a los hermanos primero y al grupo después. Pero como
él mismo cuenta, todo tiene su límite. En más de una ocasión intentó dejar a la
banda, pero no pudo. Finalmente lo hizo y gracias a eso pudo contar los
entresijos de la misma y nosotros los mortales disfrutar con cada una de sus
palabras como si de un delicioso maná se tratase.
Sí, sin duda, desde aquellas lejanas memorias de Ron Wood no
habíamos disfrutado tanto con un libro redactado por un músico, ahora solo
queda esperar que los hermanos se dignen a escribir su historia, que alguien
haga una serie con todas esas jugosas anécdotas y/o a seguir disfrutando de la
música imperecedera que la banda grabó.
Si este año pensáis compraros un único libro, que
entretenga, divierta, sea honesto y real, este es sin duda vuestro libro: Difíciles
de manejar (Hard to handle) Vida y muerte de The Black Crowes escrito
por Steve Gorman con la inestimable ayuda de Steven Hyden.
No es una autobiografía, es más, de su historia
personal solo aparecen unas pinceladas al final del mismo, en el epílogo, y de
pasada, amén de comentar que está casado y que ya tiene dos hijos, es simple y
llanamente el retrato de una banda que conquistó el mundo y obtuvo un éxito
aplastante que mal que les pese, acabó aplastando a la propia banda.
Solo un apunte final: en 1993 The Black Crowes fueron
cabeza de cartel del festival de Glastonbury. Uno de los mejores
festivales de música del Reino Unido. Robert Plant tocó
justo antes que ellos. Tres años antes fueron ellos quienes abrieron los shows
de la gira de Plant por salas. Ahí está representado tanto el
auge como la vida de la banda. Para saber la caída y muerte deberéis leer el
libro.
SALVA G.
Título: Difíciles de manejar (Hard to handle) Vida y muerte de The Black Crowes
Autor: Steve Gorman con Steven Hyden
Editorial: Neo Sounds
Edición: 1ª edición, octubre de 2020
Número de páginas: 409 pp.
I.S.B.N. 978-84-15887-56-0
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