Después de leerlo, creo
que entiendo algunas cosas un poco mejor: de la propia periodista, del porqué
de su verbo tenso, pero, y sobretodo, acerca de un país y un conflicto dónde
nunca he acabado de entender el papel de España y de la UE. Pero he
descubierto, además, cómo funcionan la tribu periodística, aquí, en las
redacciones de los grandes medios, y allí, inmersos en la realidad y también
los que viven protegidos en sus burbujas aislantes.
He descubierto, además,
cómo funcionan el sistema burocrático de la ONU y sus agencias, cómo se entrama
la red de ONG no siempre nítida en las zonas de guerra, cómo funciona la troika
internacional, sus juegos malabares. Qué es el negocio de Afganistán, porqué
durante diez años se ha intervenido en un país para después dejarlo a su
suerte, cómo funciona la opaca política de comunicación del Gobierno español y
su Ministerio de Defensa (entonces socialista, pero imagino que seguirá con las
mismas premisas con los Populares), qué clase de labor desempeñan los soldados
españoles y cómo es su vida diaria, ignorada aquí o directamente ocultada a la
opinión pública. Todas estas preguntas tienen respuesta en este libro que no
tiene nada de ficción pese a su subtítulo y sí mucho de ejercicio periodístico
directo, conciso, ameno y sobretodo ilustrativo.
Eso es lo que esperaba
encontrar, pero he encontrado mucho más: si quieres hacerte una idea de lo que
es ser mujer en Afganistán, si quieres sentir lo que se siente debajo de un
burka, si quieres comprender por qué ese país es el mayor productor de opio (de
donde sale la heroína), tienes que leer este libro. Y yo lo creo porque quién
lo escribe lo hace con la normalidad (imposible normalidad) de alguien que ha
vivido allí, no sólo para cubrir una noticia, sino para comprender qué pasa,
cómo pasa y por qué pasa. Este relato está trufado de anécdotas cotidianas, de
cosas que a veces ocurren por casualidad, de miedos y preocupaciones a veces
infantiles, dadas las circunstancias, de humanidad, de polvo en los pies de
Kabul, de Kandahar y de los desfiladeros que corren como cicatrices por ese
país machacado.
Hay gente que no sale muy
bien parada en este libro (Carmen Chacón y su equipo de comunicación, por
ejemplo); pero también hay diplomáticos, militares, y compañeros de la
periodista que dignifican su trabajo. Un elenco de personalidades propio de “La
Hoguera de las Vanidades”
Acabo con las palabras
que Gervasio Sánchez, modelo de
profesionalidad de la autora le dice a esta cuando siente dudas y miedo sobre
lo que hace: “Deja a un lado el miedo escénico, ponte el puto chaleco y sal a
comerte el mundo. Trabaja, trabaja y trabaja, y escribe con pasión. Demuestra
que se puede hacer el periodismo en el que algunos seguimos creyendo”
Demostrado queda.
Impresionante.
Víctor del Arbol
Afganistán. Crónica de una ficción
Autora: Mònica Bernabé.
Editorial: Debate.
368 Pag.
Fecha: 10/07/12
ISBN: 9788499920870
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